PREMIER
Discriminación positiva en los banquillos ingleses
La Asociación de Futbolistas plantea que, al menos, los equipos entrevisten a técnicos negros para los puestos vacantes
V. PÉREZ
La cuna del fútbol se cuestiona estos días si los banquillos son racistas. Los números no engañan: en las cuatro principales categorías del fútbol británico solo hay dos entrenadores negros . Un porcentaje escaso que ha llevado a la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) ... a sugerir la imposición de la «Rooney Rule» en vigor desde hace casi una década en la Liga de Fútbol Americano (NFL) en Estados Unidos.
Desde que Paul Ince dejase el Notts County el pasado mes de abril, solo 2 de los 92 principales equipos del fútbol ingles tienen entrenadores negros al mando de sus equipos. Ninguno en la Premier , solo Chris Hughton en el europeo Birmingham de Segunda y Chris Powell en el Charlton Athletic de Tercera.
Por ello, la Asociación de Futbolistas Profesionales quiere llevar al debate la imposición de discriminación positiva en los banquillos ingleses. Su idea es trasladar la «Rooney Rule» que ya funciona en la Liga de Fútbol Americano (NFL) en los Estados Unidos y que requiere que los equipos entrevisten a candidatos de grupos minoritarios cuando existan vacantes en la dirección de sus equipos.
De Ferdinand a Ashley Young
«En términos futbolísticos somos la nación más cosmopolita del mundo», explica a los medios Gordon Taylor, presidente de la asociación, y principal impulsor de la propuesta. Para convencer a los clubes, cuentan con el asesoramiento de Cyrus Mehri , uno de los abogados que trabajaron para que la NFL obligara a sus equipos a entrevistar a personas de minorías sociales para el puesto de entrenador principal. «Si le das una oportunidad a la gente y abres tu mente, obtendrás resultados» , explicaba por entonces Mehri.
El fútbol británico lleva años luchando contra la discriminación racial. Lo hace, por ejemplo, a través de organizaciones como «Kick it out» . Su trabajo de concienciación ha hecho posible que, para la gran mayoría de aficionados, deje de ser noticia la presencia de futbolistas de color en la selección inglesa. De hecho, el último gol del combinado nacional, en el partido en Wembley en el que falleció un aficionado galés , llegó de las botas de Ashley Young, un talentoso extremo que acaba de aterrizar en el Manchester United, de raza negra y con ascendencia jamaicana. Otros futbolistas negros, como Rio Ferdinand, Sol Campbell o Paul Ince han portado el brazalete del combinado inglés.
Críticas en Estados Unidos
Sin embargo, el paso del terreno de juego a los banquillos parece inaccesible. «Cuanta más gente asista a las entrevistas, mayor será la probabilidad de que consigan un trabajo» , reflexiona Taylor. Desde que se implantó la «Rooney Rule» en la NFL casi una decena de afroamericanos han sido contratados como entrenadores principales de algún equipo. En 2007, por ejemplo, los dos equipos que llegaron a la Superbowl estaban dirigidos por entrenadores afroamericanos.
La discriminación positiva, sin embargo, ha alimentado algunas críticas en los Estados Unidos, que se cuestionan sobre si esta regla no hace más que provocar llamadas de «cortesía» por parte de los equipos , mientras que los entrenadores no son capaces de discernir si el equipo está realmente interesado en sus servicios o simplemente buscan cumplir con la cuota para no sufrir una multa.
A pesar de todo, la mayoría de analistas coinciden en que la «Rooney Rule» ha propiciado la llegada de varios entrenadores afroamericanos a la NFL. En Inglaterra, algunos ya aplauden, como hace Oliver Holt en el «Daily Mirror» , que lamenta que los futbolistas negros no han tenido nunca facilidades para pasar a entrenar después de colgar las botas. Una tradición que pronto podría ser desterrada del fútbol británico.
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