eurocopa 2012
Eurocopa 2012: Cristiano aniquila a Holanda
Se asemejó al del Madrid, firmó sus dos primeros goles de la Eurocopa y condujo a las «Quinas» a cuartos, donde se verán con la República Checa (2-1)
ignacio tylko
Venid aquí, venid aquí!. ¡Abrazadme porque soy el mejor y acabo de resolveros un problema!. A tenor de sus gestos, algo así debió pensar Cristiano Ronaldo después de tirar un desmarque descomunal, recibir un pase milimétrico de Joao Pereira y superar a Stekelenburg ... en su tímida salida. CR7 rescató en esa jugada a los portugueses, entonces eliminados porque perdían y Dinamarca empataba ante la poderosa Alemania. [Narración: Así hemos contado el partido]
Se cumplía apenas la media hora, pero era un momento cumbre para frenar a una Holanda envalentonada que todavía creía en la gesta. Firmada su primera diana del campeonato, Cristiano anduvo hacia el córner, se giró, alzó los brazos e hizo un gesto a sus compañeros instándoles a que se acercaran a felicitarle. “¡Pa chulos yo, porque puedo!”, que diría un castizo. [Estadísticas]
A poco más de un cuarto de hora del final, el astro luso apuntilló a los subcampeones del mundo. Culminó un contragolpe antológico. Un robo de Pepe, varios pases precisos, asistencia enorme de Nani y lo demás, a cargo de Cristiano. Control, recorte y disparo raso . Esta vez, ya eufórico, el madridista corrió como loco, se tiró de rodillas y a partir de ahí todos al bollo, como en el colegio. Todavía le quedó tiempo para lanzar un disparo al poste en el último minuto. Los portugueses tienen licencia para soñar. Tras superar el grupo de la muerte, en cuartos les esperan los checos. Pero eso será el día 21 en Varsovia.
Ciertamente, en Járkov Cristiano no fue ese jugador dubitativo y quejoso de los primeros partidos sino uno de los dos más grandes del mundo, con permiso de Xavi e Iniesta aunque no es cuestión de comparar posiciones diferentes. Se le vio comprometido al máximo. Corría, presionaba, las pedía, engrasaba la cadena de su bicicleta, percutía, disparaba como una bestia y entraba como un tanque a los remates de cabeza. Un futbolista inmenso, parecido al que completó un curso estratosférico en el Madrid. Y autor de un gol clave, dedicado quizá a quienes le acusan de no responder y marcar en los grandes partidos . Quizá olviden que, entre otros, suyo fue el tanto que dio al Madrid la Copa del Rey de hace dos años ante el Barça.
Van Marwijk fue infiel
Cristiano, y con él toda Portugal, se vieron beneficiados de que a Holanda solo le servía una hazaña. Debía ganar por 2-0 y que Alemania no hiciera la gracia de dejarse llevar ante los «vikingos». Por eso Van Marwijk fue más infiel a sí mismo que nunca, escuchó a sus críticos y cambió por completo la fisonomía de la 'Oranje'. Para empezar, quitó a un tapón como Van Bommel para dar más fútbol y mordiente a su equipo con Van der Vaart, ya veterano pero más jugador de aquí a Lima. Para continuar, apostó al fin por Van Persie y Huntelaar, aunque no muy juntos porque el dibujo era un 4-2-3-1 muy claro. Era una noche de ofensiva total y no podían faltar los máximos artilleros de la Premier y la Bundesliga, respectivamente. Holanda arrancó a toda mecha. Robben era un puñal y Sneijder se acercaba a su mejor versión. Todo el equipo, en suma, salió con grandeza. La dura entrada de Van der Vaart a Meireles al medio minuto de juego, evidenciaba que los 'tulipanes' no eran falsos o de madera. El golazo del enganche exmadridista, a los 11 minutos, hizo soñar a los Países Bajos. Jugada característica de Robben de fuera hacia adentro, caracoleo, pequeño recorte, dejada hacia atrás y zurdazo enorme de Rafael desde fuera del área. Un buen parto el de su madre chiclanera.
El problema es que los subcampeones del mundo no entendieron que en ese momento comenzaba otro partido. Ya no hacía falta jugar con semejante riesgo. Convenía cerrar más la zaga, juntar las líneas y emplearse con suma paciencia. Si le regalas espacios, esta Portugal te mata a la contra. Pero gracias a que se trataba de una final, de un duelo a vida o muerte, al fin se pudo ver fútbol vistoso, del que disfrutan sobre todo los aficionados imparciales, ya que los hinchas pueden infartarse al ver a su equipo del alma partido y enloquecido.
Tras el empate, en el que también participó Willems, un lateral zurdo del PSV Eindhoven de lo más normalito, al regalar el balón en la salida, las «Quinas» estuvieron más cerca del segundo antes del descanso que su rival. En la reanudación, el partido ya fue diferente, más pausado y convencional. A los lusos les bastaba el resultado y contemporizaron, igual que intentaron hacer al principio pero no pudieron porque Van der Vaart les descerrajó . Y Holanda quiso pero ya nunca pudo. Carecía de fuelle y, sobre todo, de esa fe que mueve montañas y vence obstáculos imposibles. Lo intentó todo su técnico, como quitar a un lateral y apostar por el extremo Afellay, pero solo logró facilitar la faena al rival.
Se enredó más el juego. Llegó la dureza, con una plancha brutal de Willems, fruto quizá de la impotencia por el error en el gol, a Moutinho. Hubo un amago de tangana, de que se reprodujeran viejas batallas, pero, por suerte, en la ucraniana Járkov no se repitieron las escenas violentas de la carnicería de Nuremberg. Quedaba aún que Cristiano , minutos después de dejar en bandeja de oro un balón a Nani que el del Manchester United estrelló contra el muñeco, completara una de sus grandes noches con Portugal. Sencillamente descomunal . Paulo Bento, su técnico, tenía razón en defenderle. CR7, empero, no requiere abogados de oficio. Chulo pero formidable. El tiro de Van der Vaart al palo apenas pudo haber logrado una despedida más digna de uno de los favoritos. Y la respuesta de Cristiano hundirles aún más en la miseria. A casa con tres derrotas. Impensable.
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