Victoria rotunda para hacer historia

En la memoria del levantinismo quedarán dos jugadas en el recuerdo . Todo quedó resuelto en el primer acto. Una asistencia por el centro de Rubén García a los 8 minutos que resolvió en el cara a cara Ángel con el portero Hansson. Y un centro milimétrico de Pedro Ríos para que Diop con un salto poderoso rematase de cabeza y sentenciase el partido a los 37 minutos.

Hubo más durante el primer tiempo. El Helsinborg sin ningún abrigo como local, pues el estadio Olympia estaba prácticamente vacío, que se jugaba su última oportunidad, mínima, de hacer algo en el grupo, salió valiente. Lo que no tuvo fue mordiente ante una defensa levantinista granítica . Keylor Navas apareció con solvencia cuando los de JIM tuvieron algún fallo. Mínimos.

La mejor ocasión, además de las dos dianas, la formuló también el conjunto español. Pedro Ríos se buscó el hueco en el interior del área y su disparo se fue al palo . El balón le cayó a Rubén, pero su disparo, sin resistencia sueca, se fue por encima del larguero.

No tuvo reparos el Levante en ceder el control del balón, que no el territorial, al Helsinborg. El negocio lo tenía cerrado. Dos goles arriba frente a un equipo laxo . Así, los valencianos se fueron al plan conocido y explotado habitualmente: seriedad defensiva, repliegues certeros, trabajo en la zona ancha, y salidas a la contra.

En este escenario, se fueron quemando los minutos cual reloj de arena durante el segundo acto hasta que el Levante acabó de hundir a los suecos con una jugada por banda. Karampelas ganó la línea de fondo, el griego cedió a Barkero, e Iborra remató al fondo de la red la asistencia del mediapunta . Este capítulo en la historia del Levante ya había acabado hacía muchos minutos, aunque Sorum, en el 89, marcó el gol del honor sueco.

El equipo levantinista tiene opciones de ser primero de grupo si gana en la última jornada al Hannover en el Ciudad de Valencia después de que el conjunto alemán empatase ante el Twente.