liga bbva
El Atlético, con escasas dudas; el Getafe, con todas
Los rojiblancos aprovechan la extrema languidez de los azulones, ausentes durante todo el partido
josé manuel cuéllar
Las matinales tienen estas cosas. Que algunos se despiertan, ven el percal y dicen «pufff, qué pereza, tener que ponerse a correr ahora», y se lo toman con calma. Al Getafe le debió de pasar algo de eso. Al Atlético , que ... había visto cómo los que le precedían pisaban en falso, no le sucedió. Vio el mismo percal y se dijo «esta es la mía». Así que se puso a ello. El Getafe no se puso ni a lo suyo ni a lo de los demás. Vio el sol, la temperatura y se pensó que aquello era Jauja. [Narración: Así hemos contado el partido]
¿Resultado? Una paliza, que fue menor porque el Atlético no es muy de hacer sangre y porque, todo hay que decirlo, vio que el asunto era tarea menor dado el rival, por lo que se puso a pensar en Alemania, que será tarea mayor. A los de Simeone no les hizo falta mucho para sellar el compromiso, solo echar mano de dos de los suyos, Filipe y Diego, para despachar a los azulones, que bastante tuvieron con guardarse de la escabechina que les hicieron dos de los suyos: Moyá, portero con más cartel que paradas, y Cata, que tiene mucho de malo, pero no solo de cara, sino de fútbol. Entre ambos hicieron un destrozo. Uno, saliendo mal y a destiempo, y el otro llegando tarde y pegando a lo que no debía. Pero, justo es decirlo, no fueron ellos solos. En realidad, sobresalieron sobre el desastre que fue el Getafe en su conjunto: sin actitud, sin garra, sin confianza y, sobre todo, con una blandura en todo lo que hacía que si le pinchabas se derretía. [Estadísticas del partido]
Ante ellos el Atlético opuso cierta seriedad, no un gran fútbol, pero sí el suficiente para llevarse el partido de calle. Destacó Diego , que destila clase y sabiduría en cada balón que toca. Su presencia se nota porque sube dos escalones la presencia futbolística del equipo. El segundo eslabón fue Filipe Luis , un lateral que desprendió dudas para todos menos para los que saben, que siempre han visto en él a un lateral de enjundia. Hizo una masacre en la banda diestra del Getafe, donde Torres no pudo con todo lo que le llegaba, atareado como estaba en atar, y bien atado, a Arda. [Las mejores imágenes del choque]
Pero con eso le bastó al Atlético. Por más que tuvo algunas incógnitas (Arda, Mario o la ausencia del querido Adrián, guardado por Simeone porque el Atlético no puede con los dos frentes), selló el encuentro con el potencial de sus dos bandas. En la izquierda con Filipe y en la derecha con el incombustible Juanfran, que va a más en todo. O Arbeloa espabila o lo tiene muy crudo con su excompañero. Y no hubo más porque en realidad partido apenas hubo. Solo un equipo: el Atlético. El Getafe, en realidad, solo fue un amago de...
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