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Creado para ir a la Champions, se va a Segunda

MANUEL FRÍASMADRID. El sexto puesto que el Real Zaragoza consiguió la temporada pasada le hizo soñar con cotas mayores en ésta. Mantuvo su confianza en Víctor Fernández en el banquillo y realizó el

MANUEL FRÍAS

MADRID. El sexto puesto que el Real Zaragoza consiguió la temporada pasada le hizo soñar con cotas mayores en ésta. Mantuvo su confianza en Víctor Fernández en el banquillo y realizó el mayor desembolso económico de su historia en los fichajes de Oliveira, Matuzalem, Ayala, Pavón, Paredes y Gabi, que se unieron a una plantilla en la que ya estaban jugadores como César, Juanfran, Aimar, Celades, Diego Milito... El único titular que perdieron fue el central Gaby Milito, que se fue al Barcelona.

Sin embargo, la crisis de resultados hizo muy pronto su aparición. Primero fue en la Copa de la UEFA, cuando cayó en la primera eliminatoria, ante el AEK de Atenas.

Después le siguió la de la Liga: no consiguió su primera victoria hasta la cuarta jornada (2-1 ante el Osasuna) y a partir del mes de noviembre comenzó su calvario particular y, después de perder en La Romareda 2-3 ante el Valladolid (día 4), no volvió a ganar un partido hasta el 20 de enero de 2008, cuando derrotó al Murcia en La Romareda (3-1).

Para entonces ya había caído Víctor Fernández. Se buscó su sustituto en la persona de Ander Garitano, segundo de Víctor y un hombre de la casa. Pero éste sólo aguantó dos partidos. El mal ambiente que se respiraba en el vestuario, los problemas que había con el argentino D´Alessandro y los rumores de que el Consejo buscaba un nuevo técnico precipitaron su salida.

Cae cinco temporadas después

Jabo Irureta fue el tercer inquilino del banquillo maño. Pero tampoco pudo enderezar la nave por lo que, casi a la desesperada, se contrató a Manolo Villanova, quien entrenaba al Huesca en Segunda B. El equipo ya luchaba por la permanencia. Con él, al igual que con el resto de los entrenadores anteriores, hubo una tímida reacción en el comienzo, pero después el equipo ha vuelto a caer en sus viejos defectos que le han llevado a Segunda, categoría en la que militó en la temporada 2002-03, a la que descendió después de haber estado 24 temporadas consecutivas en Primera división.

Un año nada más estuvo en el «infierno» de la Segunda. Con ésta temporada ha estado cinco en Primera y parecía haberse consolidado entre los grandes después de haber mantenido la categoría con claridad y sin apuros. Ahora está por ver qué puede pasar en Segunda y con una nómina excesivamente elevada.

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