El Covid 19 vive doce horas en el tejido, riesgo total

El factor COVID es determinante, tanto por las secuelas que puede haber dejado en los futbolista que lo han padecido en el sistema neurológico, cardiovascular, en el hígado, y que emergerán cuando aumente el estrés físico, como por el hecho de que el ejercicio físico extenuante que se requiere para la práctica del deporte de alto nivel, supone una caída en la inmunidad de nuestros deportistas que abre un «periodo ventana», durante el que están más indefensos frente al virus.

Así mismo si tenemos en cuenta que el COVID permanece entre dos y cuatro horas en el aire, más de doce horas en tejido, varios días en superficies como el plástico, el damero maldito esta configurado.

Dicho esto, es fundamental que los entrenamientos sean individualizados, ajustándose estrictamente al perfil de cada jugador, tanto por su posible contacto con el COVID, como por su historial lesional en sus ultimas temporadas. Será prioritario el entrenamiento especifico de fuerza y resistencia de forma progresiva.

Frecuentemente el entrenamiento del control automático del cerebro sobre la contracción muscular, y su consecuente protección en las lesiones articulares es olvidado cuando se habla de volver a la competición. La propiocepción es el principal elemento de protección frente a las lesiones, de su funcionamiento adecuado, que conecta el cerebro con el aparato locomotor depende del riesgo lesional. Hablamos de biomecánica, y deben realizarse en laboratorios especializados, las pruebas Go5D que nos permitan ir evaluando la progresión de este parámetro.

Como médicos, nuestro objetivo prioritario tiene que ser proteger la salud de nuestros deportistas .

Doctor Javier Núñez Villar

Doctores Ripoll y De Prado Sport Clinic FIFA Medical Centre of Excellence .