Gil: «Continuaré igual, a no ser que venga otro Rubí»
MADRID. «Recurriremos al Tribunal Supremo y el domingo estaré en el palco». Jesús Gil reaccionó así después de analizar la sentencia. «El fiscal pedía diecisiete años de cárcel para mí y al final me condenan a tres y medio... Soy perseguido porque cometí un error ... político. Quieren arruinarme, pero estoy acostumbrado a luchar».
Aseguró Gil que sigue al frente del club: «Mi situación continuará igual, a no ser que pongan otro administrador judicial; si no lo ponen, seguiré dejándome hasta el último duro... Pero si viene otro Rubí firmaremos la defunción del club, que se encuentra para pocas bromas. Estar dos años en Segunda división nos ha costado 9.000 millones de pesetas por temporada. Si aprietan un poco más nos quedamos sin club. La sociedad no aguanta ni un empujón».
El pago fraudulento de 2.740 millones de pesetas por los nigerianos Lawal, Mbengue, Djana y Maximiliano lo calificó Gil «el caso de los negritos». Negó que deba abonar esa cantidad al Atlético: «Hay que ajustar, no devolver, al punto de la contabilidad anterior». Valoró favorablemente que «las acciones del club no van a ser vendidas en subasta pública. Son del club y después se verá que pasa con ellas».
Horacio Oliva: «Está prescrito»
El abogado de los tres inculpados, Horacio Oliva, subrayó su premisa judicial: «El delito está prescrito. Si se impone una máxima condena de tres años y medio (a Jesús Gil), eso significa que no es un caso tan grave como presumía el fiscal y el delito debe considerarse prescrito, pues se juzga un caso -la conversión en S. A.- de 1992 que prescribió a los cinco años».
Aclaró Oliva la situación de cada uno de los acusados: «Los que tienen una pena inferior a dos años -Miguel Ángel Gil y Enrique Cerezo- no tienen por qué ir nunca a la cárcel, pero los que tienen una pena superior a tres años, como es el caso de Jesús Gil, esa sentencia hay que cumplirla, pero cuando sea sentencia en firme, decidida por el Tribunal Supremo». Oliva quiso precisar también que la situación de la entidad se mantiene: «Respecto al control del club, la sentencia no dice nada. Siguen los administradores actuales y en consecuencia no tiene por qué variar nada».
Cerezo: «Esperaba ser absuelto»
El vicepresidente de la entidad, Enrique Cerezo, estaba triste: «Esperaba ser absuelto de todos los cargos. Nunca es bueno que uno sea condenado, aunque sea por un año (de cárcel) y no lo tenga que cumplir. Ahora recurriremos, como lo hará la fiscalía, pero el problema es que llevamos cuatro años con este proceso y, si continuamos así otros dos, deberemos llevar bien el club, pues una entidad no puede funcionar bien si está intervenida durante tanto tiempo. No hay ninguna otra sociedad en esta situación».
Arteche: «Gil debe irse»
El ex jugador del Atlético, despedido por Gil y claro opositor a su gestión, fue contundente: «Yo no le deseo la cárcel a nadie, pero nunca estuve de acuerdo con la gestión de Jesús Gil, ya no controla sus acciones y lo que tendría que hacer es marcharse ya del club».
Luis García: «Que no nos afecte»
El jugador rojiblanco mostró su sorpresa por la sentencia: «¿Debe depositar las acciones? Es una sorpresa para mí. Ahora debemos mantenernos al margen para intentar que esto no afecte al rendimiento del equipo».
Stankovic: «No lo esperaba»
El extremo izquierda pensaba que Gil ganaría el caso: «No esperaba que perdiera este juicio. Gil lleva quince años en la casa y será un golpe para él».
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