Las claves para entender una Superliga llena de polémicas

Jugarían la Superliga 20 equipos y 15 de ellos, los fundadores, gozarían de plaza fija y los otros cinco recibirían invitaciones. En España, Madrid, Barcelona y Atlético tendrían plaza; en Inglaterra: Manchester United, Manchester City, Liverpool, Chelsea, Arsenal y Tottenham; En Italia, Inter, Juventus y Milán. Mientras, B ayern, Borussia y PSG se desmarcan inicialmente , pero es probable que acaben sumándose al plan. El proyecto dice que la competición empezaría en el curso 2022-23. Habría dos grupos de diez equipos y los cuatro primeros se clasificarían para cuartos.

Además de las federaciones y los dirigentes de las ligas europeas, entre ellos Javier Tebas , la Asociación de Clubes Europeos (ECA) se ha desligado del proyecto. Ayer, al asociación presidida por Andrea Agnelli lo dejó claro. «Como organismo que representa a 246 clubes, reiteramos el compromiso de trabajar en el desarrollo del modelo de Competiciones de Clubes de la UEFA con la UEFA para el ciclo que comienza en 2024».

Con este formato, se disputarían 23 jornadas, un total de 193 partidos. Actualmente, con la Champions hay un máximo de 13 jornadas y 125 encuentros . Los impulsores de la Superliga proponen que se juegue entre semana desde mediados de agosto hasta finales de mayo. Los futbolistas llegarían a acumular hasta 79 encuentros, diez más que ahora. Es contradictorio ahora que tanto se habla del calendario.

Los torneos domésticos, entre ellos LaLiga, sostienen que con esta torneo desaparece el incentivo europeo. Es decir, a los equipos se les desmotiva a la hora de competir ya que siempre jugarían la Superliga los mismos. Más de 500 clubes de todas las competiciones lucharían por esas cinco invitaciones restantes.

Lo que denuncian los organismos del fútbol que rechazan la Superliga es que solo se beneficiarían del negocio unos pocos. La Superliga estima unos ingresos anuales de 4.000 millones o más. Se distribuirían 3.525 millones entre los 15 clubes fundadores, pero no todos recibirían lo mismo.

Según los estudios de la patronal, el impacto global en ingresos de LaLiga y sus clubes sería muy negativo si la Superliga ve la luz. Sumando los conceptos audiovisuales, de patrocinios, entradas y abonos, el impacto negativo sería de unos 1.680 millones de euros.