Terapia de Champions para el Barcelona

Apenas hay tiempo para el lamento porque el martes se presenta apasionante. Asoma el Chelsea por el Camp Nou y Pep Guardiola tiene la misión de recuperar cuanto antes a sus jugadores, muy decepcionados por la derrota ante el Real Madrid y también por las formas. Básicamente porque el Barça fue muy poco Barça y sorprende especialmente que el conjunto catalán, tan glorioso en estos tiempos, enlace dos derrotas consecutivas. Desde febrero de 2009 (Español y Atlético de Madrid) que no sucedía algo igual.

Guardiola, serio en sus explicaciones después del clásico, repitió una y otra vez el mismo mensaje: “Estos chicos ya se han levantado en más de una ocasión. Lo volverán a hacer, seguro” . Ahora al técnico se le acumula el trabajo porque tiene que hacer de psicólogo, urgente la terapia porque ante el Chelsea no vale cualquier resultado. El 1-0 de Stamford Bridge obliga a ganar y a proteger la portería de Valdés. Es un resultado peligrosísimo.

La plantilla entiende la situación crítica del martes y se conjura para esta final anticipada. “Tenemos un partido muy duro y hay que reaccionar”, exclamó Sergio Busquets por la zona mixta del Camp Nou. “Hay que estar animados para el martes. Costará levantarse hoy, pero mañana tenemos que cambiar el chip y volver a estar bien. Nos jugamos muchísimo y el martes no podemos fallar” , resume con criterio Andrés Iniesta.

Efectivamente, el Barcelona no tiene margen . Guardiola trata de restar presión a su grupo asegurando que ya han ganado, que el curso ha sido notable pase lo que pase, pero el problema es que ha acostumbrado muy mal a la gente con el 13 de 16 que tanto enorgullece al azulgrana. Una eliminación contra el Chelsea dejaría muy tocado al entorno , a quien le quedaría la Copa del Rey del 25 de mayo como única ilusión en este mes que queda de curso.

Se buscan explicaciones al mal resultado del clásico. Messi fue una sombra de lo que es , incapaz de disparar a puerta y muy aislado en el ataque del Barcelona. Lleva dos partidos sin marcar, que ya es noticia, y ha perdido la gracia en los últimos cuatro encuentros contra el Real Madrid. La cara del argentino del sábado resumía el sentir de su gente. Además, sorprende que Piqué fuera otra vez suplente en un partido trascendental (tampoco jugó en Londres), que Xavi fuera otra vez sustituido con el marcador en contra y Guardiola no calma la situación con el tema de su futuro . A 22 de abril, al menos públicamente, nadie sabe nada sobre su continuidad.

El Barcelona vuelve al trabajo de inmediato y se ejercita la mañana de domingo para preparar la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones, no hay tregua. Europa exige una reacción .