CHAMPIONS LEAGUE
Chelsea, el nuevo rico quiere crecer
El histórico club londinense sólo había ganado un campeonato hasta que en 2003 fue comprado por Abramóvich. Ahora desea la Champions y mudarse a un estadio con mayor capacidad
Chelsea, el nuevo rico quiere crecer
Londres es muchas cosas y, entre ellas, Londres es fútbol. Hace siglo y medio se produjo una importante reunión alrededor de unas pintas de cerveza. Lugar: The Freemasons Tavern (81-82 de Long Acre, Covent Garden). Protagonistas: una docena de representantes de clubes ... del centro y los suburbios de Londres. Orden del día: crear la Football Association y, lo que es más importante, dotar al juego de unas reglas que lo diferenciaran claramente del rugby , en especial en lo concerniente a la «conducción del balón».
Corría el 26 de octubre de 1863. En 1871 el secretario de la F. A., Charles Alcock, propuso una «Challenge Cup» para todos los clubes asociados. Había nacido el primer torneo a nivel nacional. El fútbol profesional fue legalizado 1885, y en septiembre de 1888 arrancó la primera Liga. El pub donde empezó todo se llama hoy The Freemasons Arms y guarda recuerdos de los tiempos heroicos.
Formaba parte de la partida el Fulham, fundado en 1879, el equipo profesional más antiguo de Londres. Su estadio, Craven Cottage, con fachada de ladrillo con puertas estrechísimas y vetustas gradas, nos retrotrae a esa época victoriana donde el romanticismo tenía más peso que las inversiones multimillonarias. También el London Athletics Club, que tenía en Stamford Bridge su hogar. El estadio, inaugurado en 1877, pasó a manos del Chelsea en 1905, cuando nacieron «The Blues».
El rival tradicional del Chelsea es el Fulham, con el que comparte distrito (de hecho, el pique entre ambos es conocido como «The SW6 Derby», ya que los clubes comparten el mismo código postal, SW6), aunque en el viejo y remozado Stamford Bridge nadie se toma realmente en serio otro derbi que no sea con el Arsenal. En los murales que hay frente al campo los fans pueden posar junto a Lampard, Drogba o el polémico Terry antes de perderse en la megastore donde manda el color azul.
Pero ha sido en la última década cuando el Chelsea se ha alzado al oeste de la ciudad como un nuevo y poderoso enemigo que pretende robar plano a los «gunners». Sólo había ganado un campeonato (1954-55) hasta que en 2003 fue comprado por el magnate del petróleo Roman Abramóvich. El ruso se gastó 140 millones de libras en la adquisición del equipo y más de 100 millones en fichajes durante la primera temporada. Desde entonces ha ganado la Premier en tres ocasiones (2004-05, 2005-06 y 2009-10). Le falta el broche de oro, la Champions.
Ahora, cuando llega una nueva oportunidad de alcanzar la gloria continental después de aquella final perdida en 2008 ante el Manchester United, el nuevo rico del fútbol londinense quiere crecer y busca nuevo estadio. Su director ejecutivo, Ron Gourlay, asegura que el club no podrá mantenerse en la élite del fútbol europeo si no cambia Stamford Bridge por un coliseo más moderno y de mayor capacidad.
El histórico estadio tiene un aforo de 40.000 espectadores , mucho menor que el de los campos de otros grandes clubes europeos. Esa falta de capacidad supone una merma significativa en los ingresos por venta de localidades. El proyecto de mudanza viene de lejos, pero la directiva siempre se ha encontrado con el mismo obstáculo: los aficionados del club, que son los propietarios del estadio y que se niegan a vender.
En 1997, la sociedad sin ánimo de lucro Chelsea Pitch Owners (Propietarios del campo del Chelsea) aprovechó un momento de dificultades económicas del club para comprar tanto Stamford Bridge como los derechos del nombre «Chelsea Football Club». La propuesta de los aficionados es reformar Stamford Bridge para ampliar su capacidad, una opción que la directiva rechaza por ser demasiado cara y requerir más tiempo que la construcción de un nuevo estadio.
El Arsenal sí pudo ejecutar una operación similar y salió de la era de la revolución industrial para entrar en el siglo XXI con el Emirates Stadium. Claro que no había hinchas sentimentales que se opusieran a ello. El Emirates fue inaugurado en 2006 y reemplazó al histórico Highbury (construido en 1913), que por cierto continúa siendo una de las atracciones de la zona. Se ha respetado su preciosa fachada y en el lugar que ocupaban las gradas se han construido apartamentos de lujo.
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