El centenario UD San Lorenzo, el «ciclón» argentino de la sierra noroeste madrileña

La Unión Deportiva San Lorenzo es un modesto club madrileño fundado en 1919 que milita en el Grupo 1 de la Segunda Regional Madrileña y que en sus primeras años de vida vestía camiseta de rayas rojiblancas y pantalón azul. Antonio Herraz Benito preside este centenario equipo, que en 1950 entabló una bonita relación con el Club Atlético San Lorenzo de Almagro que perdura casi siete décadas después. Dos años antes, en septiembre de 1948 y después de una etapa difícil tras el fin de la Guerra Civil, el conjunto serrano cambió de colores adoptando la equipación actual: camiseta de franjas azulgranas y pantalón blanco o negro, la misma que lucen los argentinos, un equipo que en septiembre de aquel mismo año fue el padrino futbolístico de los españoles.

La gira que el campeón argentino había realizado por España y Portugal en 1946, en la que maravilló a los aficionados, resultó decisiva para que la directiva del club serrano decidiera adoptar el azulgrana de los bonaerenses en su uniforme a partir de 1948. La directiva del San Lorenzo de Almagro decidió entonces apadrinar al club español y le prometió disputar un partido amistoso en San Lorenzo de El Escorial durante su siguiente gira europea. Una promesa que cumpliría en 1950 con aquel encuentro. «Para todos los aficionados de nuestro club es un orgullo cuando alguien dice que vamos vestidos como el Barcelona y se explica que es por el San Lorenzo de Almagro, que era el equipo de moda en ese momento», explican a ABC desde el club madrileño.

Dos años después de plantar la semilla, la amistad se consolidó definitivamente. El 4 de enero de 1950, aprovechando una gira por España de la entidad argentina, las plantillas de ambos equipos disputaron un amistoso en el campo de fútbol de Los Pinos que se convirtió en todo un acontecimiento en El Escorial y también en los pueblos de alrededor. Más de 4.000 personas asistieron a un duelo que marcaría el futuro del club gurriato, que a las órdenes de Kurt Elkan celebró por todo lo alto el empate (3-3) con el que finalizó. Los argentinos jugaron de inicio con Blazina, Martínez, González, Renkin, Marino, Berterame, Reggi, Pappa (autor del tanto del empate en los últimos minutos), Uñate, Rial y Silva.

Ante la coincidencia de colores en aquel emotivo partido, la Unión Deportiva San Lorenzo jugó con su segunda indumentaria, una camiseta blanca que fue donada por Ana María Gil, secretaria de la Federación española. Kurt Elkan alineó de inicio a Óscar, Pesquín, Jaquete, Montes, Tito, Mariano, Zamorina II, Casado, Tapicero, Zapatilla e Ibáñez. El conjunto de la sierra madrileña acabó consiguiendo aquel un histórico empate que llamó la atención por la diferencia de nivel entre ambos contendientes. «Las malas lenguas dicen que los argentinos salieron al campo "contentos" porque antes del partido les invitaron a comer en un hotel local y que, en el descanso, el entrenador les hizo duchar para que espabilaran», aseguran con humor a este periódico desde el club.

«En la actualidad, la Unión Deportiva San Lorenzo sigue utilizando los mismos colores que su padrino argentino y desde el año luce en la manga de su camiseta la palabra CASLA (las siglas de Club Atlético San Lorenzo de Almagro )», añaden desde el club, en el que juega Pablo García, reconocido fotógrafo del diario Marca. Los fines de semana no es extraño que miembros de la peña sanlorencista en Madrid, la Osvaldo Soriano , se dejen ver por el Campo de la Herrería, el coqueto estadio inaugurado el 7 de mayo de 1967 y con capacidad para 1.500 espectadores que acoge los partidos de liga del equipo entrenado por Joaquín Menchen. Un recinto con unas vistas impresionantes porque se encuentra a los pies del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial , el espectacular complejo arquitectónico impulsado por el rey Felipe II y construido entre 1563 y 1584.

Nombre, colores y algo más. La estrecha relación entre ambos clubes se puede comprobar también en uno de los muros del campo de entrenamiento del conjunto de la Sierra madrileña, donde, el pasado año, el Grupo Artístico de Boedo pintar un precioso mural en el que aparece la figura del jugador más emblemático del El Escorial, Víctor del Campo, junto a la imagen del Monasterio, todo un símbolo del arte español y universal.