El Barcelona vuelve a caer en Balaídos

El Barça salió eléctrico , muy enchufado, pero por el espantoso disparo de Mathieu en el minuto 5 pareció que los azulgrana se habían confundido y querían marcar en Riazor más que en Balaídos. En el minuto 11, los azulgrana tejieron una larga jugada de ataque bien trabajada, que acabó con un disparo no tan horrible pero igual de estéril de Luis Suárez .

A medida que avanzaba el encuentro, el Celta iba hallando su profundidad a través de Bogonda . El Barça la tocaba pero sin transcendencia. Neymar, como los niños hiperactivos, se movía mucho pero sin ningún sentido. En el 21, Ter Stegen cantó en una asistencia a Busquets y muy concentrado Aspas lo aprovechó para asistir a Sisto, que desde dentro del área consiguió el 1 a 0 con un oportunísimo disparo cruzado.

Mal Ter Stegen, mal Busquets, mal el Barça, que veía como las ideas se le apagaban. Llegaron los minutos de la precipitación visitante, con su querer marcar saltándose el medio campo. El Celta presionaba mejor que el Barça y el Barça no encontraba la manera de salir con el balón controlado. Y el Celta es el Celta y te rompe el partido si le dejas. Iago Aspas en el 31 se merendó a Piqué y a Mathieu, para batir a Ter Stegen de otro disparo cruzado. 2 a 0, golazo. Y en el 32, Mathieu en propia puerta nos devolvía al curso pasado marcando el 0 a 3. La jugada atacante fue posible gracias a otro balón perdido, en este caso por Arda.

Todo el mérito para el Celta , pero salvando el segundo gol, que fue una obra de arte, los otros dos llegaron de errores más bien estúpidos del Barça, que estaba siendo atropellado. Iniesta empezó a ejercitarse.

El Barcelona no entendía el partido, se equivocó más de lo que contra el Celta puedes equivocarte y reaccionó mal a la adversidad. Sin más que consignar llegamos al descanso.

En la reanudación, don Andrés sustituyó a Rafinha. Pero los viejos hábitos son duros de dejar y Arda volvió a perder un balón que volvió a propiciar un contragolpe local, esta vez sin consecuencias. Suárez como un cabrero chutó hasta en dos ocasiones la misma falta contra la barrera. Partido roto, muy arriesgado para el Barça . Bulimia atacante. El Celta no se ponía nervioso y esperaba su oportunidad.

En el 57, Piqué de cabeza abría la esperanza para el Barça consiguiendo el 1 a 3; aunque el Celta podía sentenciar en cualquier contraataque rápido, en tanto que los visitantes jugaban sin red detrás. Los de Luis Enrique parecían recuperar su identidad, el Celta se quedaba sin aire y sin líneas claras de pase. El Barça volvía a creer y el Celta empezaba a angustiarse.

Y lo que el fútbol no acababa de dar lo prestó Vicandi Garrido, pitando un más que dudoso penalti a favor del Barça, que transformó Neymar . El Celta no se rendía y el Barça muy agresivo luchaba por la victoria. Un clamoroso penalti sobre Neymar que Vicandi no pitó, vino a compensar el que en el ataque anterior se había inventado.

El Barça perdió la intensidad tras el segundo gol y el Celta se pudo sentir menos acorralado. En el 75, Denis Suárez entró por Busquets, que no tuvo su mejor tarde. Pero la noche no era la del Barça, ni la de su portero , que del modo más absurdo sacó un balón aparentemente fácil para estrellarlo en la cabeza de Pablo Hernández y que mansamente entrara en su portería convirtiéndose en el 4 a 2.

Lejos de rendirse, el Barça lo continuó intentando, y en el 86, Piqué de cabeza consiguió el 3 a 4, en una demostración de entrega y de orgullo que sin duda hay que elogiarle.

Ni Balaídos ni Anoeta se le dan bien al Barça que, pese a la engañosa euforia de la casi remontada, jugó mal y mereció la derrota. Ter Stegen es un muy buen portero, pero tendría que reflexionar.