fútbol internacional
El vuelo de Berlusconi para «rescatar» al Milán
«Il Cavaliere» aterriza en Milanello para animar a los jugadores, ratificar a Allegri y negar la venta del club
El vuelo de Berlusconi para «rescatar» al Milán
Un helicóptero interrumpe el entrenamiento del Milán: es Silvio Berlusconi . El exprimer ministro italiano aterriza en una «visita de Estado» para intentar cambiar la cara de un equipo en horas bajas, más cerca del pozo que de luchar por los títulos. «Il Cavaliere» ... como salvador.
«Regreso con alegría para cuidar de cerca al equipo junto a Galliani, Allegri y Tassotti», expone Silvio Berlusconi, que se presenta como salvador de un equipo que vendió este verano a dos de sus estrellas para evitar el hundimiento económico de una de las tres instituciones más impotantes del «calcio».
Nada más llegar Silvio se abrazó con El Shaarawy, el «faraón» convertido en una de las únicas alegrías para la afición del Milán. El abrazo no parece casual porque «Il Cavaliere» suele tener gestos de cariño con -curiosamente- los más queridos por la afición: ya lo hizo con Ronaldinho y Cassano cuando portaban la bandera del futuro del equipo. Eso sí, Silvio le ha recomendado que cambie la cresta por un peinado más tradicional.
«Me gusta mucho Balotelli», ha advertido Berlusconi, que ha hablado durante diez minutos a los jugadores para luego dar cuenta de toda la actualidad del equipo. Primero para ratificar a Allegri. « En 26 años solo hemos cambiado de entrenador dos veces durante la temporada, no es nuestra tradición, nos tomamos en serio el puesto», explica Berlusconi. «Allegri es ante todo una bella persona y con él hemos ganado un campeonato», sentencia.
Recupera el mando
La visita de Berlusconi al equipo parece destapar que manejará a corto plazo lo que suceda en el Milán, al que tuvo que abandonar durante un tiempo por la política y los juzgados. Incluso se atreve a hablar de la estrategia del equipo: apuesta por jugar con defensa de tres y hacer de Montolivo el Pirlo del equipo, ese al que la dirección de Galliani dejó escapar por un puñado de euros.
«Nadie en su sano juicio se habría negado a la venta de Ibrahimovic y Thiago Silva», cuenta Berlusconi, que saca pecho por los 160 millones en tres años que ha ganado el Milán mientras tira balones fuera sobre la posible llegada de inversores chinos . «No hay ningún tipo de acuerdo, quizás podrían venir como patrocinadores. No tendría sentido vender en un momento como este», alega «Il Cavaliere», que deja la puerta abierta a estudiarlo en el futuro.
Ni los malos resultados ni los problemas que le rodean parecen minar la sonrisa de Berlusconi, que tiene salida para todo. «Esta mañana he hecho 72 flexiones, me siento como si tuviera 35 años», dice con 76 años cumplidos.
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