Benzema recupera la chispa

Sus dos primeras dianas oficiales de la temporada son perlas del "juego bonito". Contra el Rayo , su fino toque con la derecha mandó al fondo de las mallas uno de los pocos chispazos de genialidad que el Madrid se sacó en Vallecas. Un taconazo largo de Marcelo que recoge Di María : se interna por la banda y filtra un pase exquisito entre las piernas de un defensa que el francés empuja cómodamente. En este caso, el mérito no está en el remate, sino en la capacidad asociativa de Benzema . Sigue la jugada desde el centro del campo, mide a la perfección la carrera en paralelo al argentino y se cuela entre los huecos.

Mucho más definitorio du sus artes es el gol que le coló al Manchester City en el partido de Champions. De nuevo, jugada colectiva del Madrid que termina en las botas de Di María. Éste se cuela entre dos jugadores y combina en corto con el "9", que recibe de espaldas a la frontal. El giro de 180 grados le sale al milímetro, rotando en eje ante Nastasic y evitando la llegada desde atrás de Barry. El derechazo, fugaz, se anticipa a las reacciones y entra raso, pegado al primer palo. Uno de esos en los que al hincha le resulta imposible no dejar escapar un "¡qué golazo!" .

Hasta entonces, su comienzo no había resultado tan lustroso como el de la temporada pasada, cuando, con seis partidos oficiales disputados, ya había marcado tres goles : dos ante en Getafe en Liga y uno al Barça en la Supercopa. En la anterior Liga, su media goleadora estuvo cerca del gol por partido: hizo 21 en los 2.251 minutos que disputó (26 partidos como titular y 8 como suplente). Es decir, un gol cada 107 minutos .

Además, sus mejores noches fueron en los partidos más espectaculares que firmó el Madrid: hizo doblete en el 7-1 a Osasuna, el 5-1 al Granada, el 4-0 al Racing o el 4-1 a la Real Sociedad. Todos ellos encuentros con posesión a favor y espacios abiertos en los que los de Mourinho pudieron relajar la exigencia de tareas físicas y dedicarse al placer de jugar bien.

Se cumple el tópico tan repetido: mientras que Higuaín es un delantero matador que enchufa todo lo que le llega, Benzema es el hombre de las asociaciones , el delantero que saca lo mejor de sí mismo cuando tiene tiempo para levantar la cabeza durante un segundo y buscar la mejor solución, que no siempre es el remate a bocajarro: los regates de espaldas, los controles orientados, y los pases al desmarque también forman parte del repertorio de un jugador que con dos estilográficas por piernas.

Un campo plagado de buenos pasadores (Di María, Ozil, Modric...) es un camino seguro hacia los goles de Benzema, uno de los mejores espectáculos de fútbol que puede ofrecer este Real Madrid tan dependiente a veces del juego físico y directo que pondera Mourinho. De ahí que las noches de Champions, propicias para que la ilusión madridista por la décima despierte el esteticismo en su juego, sean coto de caza privado para el galo.

Y de paso, su buena forma alienta el pique con Higuaín . El "Pipita" lleva cuatro goles por dos del francés, aunque con el mismo porcentaje de efectividad: el francés ha tirado 14 veces a puerta y el argentino 28. Pero cuando este último ve peligrar sus opciones de titularidad es cuando se emplea a fondo. La combinación de los dos arietes blancos durante la campaña pasada se tradujo en un montante de 58 goles (32 de Benzema, 26 de Higuaín), frente a los 60 de Cristiano Ronaldo .