Suárez conduce a un Barça con jet lag

Como todos los equipos de Scolari, los chinos jugaron a cerrarse, sin ninguna idea concreta, sin ninguna otra pretensión que la de ver pasar el tiempo a la espera de una jugada afortunada. Suárez jugaba por primera vez sin Messi ni Neymar , y se notaba en la poca fluidez del ataque del Barça.

La trenca de Luis Enrique, excesivamente protegido contra un clima improbable, me recordó a la vez que me compré un salacot para ir a Dakar. Quería darle yo un aire colonial a mi viaje y la verdad es que me di a mí mismo un aire lamentable. Lo de Luis Enrique era todavía peor: tenía a media altura unos intolerables botones laterales y un color verde militar que no conducía a nada. ¿Lucho, qué esperabas hacer en Japón? ¿Cazar osos? Yo creo que tendrías que admitir tu error y regalarle la prenda al árbitro, a quien le quedaría mucho más coherente y ajustada.

El Barça intentaba buscar espacios pero los chinos se defendían con competencia. Costaba mucho explicar con alguna emoción el partido, porque no tenía ninguna. En el estadio, poca gente. En el minuto 20, Iniesta le regaló una brillante asistencia a Munir , que una vez más, y ya van muchas, no supo estar a la altura de las circunstancias.

El Barça lo intentaba pero sin demasiada fortuna. Suárez quería liderar. Bravo, inédito. Li, el portero del Guanghzou, muy atento. En el 31, una vez más, Iniesta volvió a crear. Y once again también, esta vez de cabeza, Munir volvió a fallar. Los jugadores del Barcelona acudían al banquillo a por pastillas y bebidas energéticas. Los comentaristas decían que era por el jet lag, que yo siempre he creído que no existe y es una excusa —una excusa más— de la gente que no quiere trabajar. Por como jugaban, parecían necesitar ibuprofeno para la resaca. Al final resultaron ser una suerte de sugus de glucosa.

Y cuando parecía que tanta retórica resacosa y estéril se nos iba a tragar como mínimo hasta la segunda parte, Rakitic conectó en el 38 un durísimo disparo que el portero chino despejó mal y Suárez remató, oportuno, para adelantar al Barça. A la siguiente jugada, Bravo acreditó que siempre está cuando se le necesita y puso una mano providencial para salvar un remate e Elkeson.

Empezó la segunda parte sin que Luis Enrique se hubiera desprendido se su anorac verde/marrón, con el Barça insistiendo en atacar, y con premio temprano tras una magnífica asociación entre Iniesta y Suárez; Iniesta sirviendo con su habitual clase, y Suárez controlando con el pecho, ganándole la posición al central y rematando con autoridad para marcar su segundo gol y el segundo de su equipo. Suárez , 14 goles en los 10 últimos partidos y asumiendo ayer la responsabilidad que los otros dos no estaban. Fantástico.

Con los chinos desmoralizados, Munir se inventó un penalti, en el 66, en lo que puede considerarse una memorable piscina. Mal el árbitro Aguilar, yo diría que pésimo. Hat trick de Suárez, coronando una magnífica actuación.

El Barcelona cumplió sin saber mucho a qué jugaba; Suárez estuvo sensacional, consiguiendo marcar por primera vez un hat trick en la historia de este absurdo e innecesario mundial.

El Barcelona inicia en Japón la conquista de su quinto título del año. Lo hace sin Neymar –cuya reaparición se prevé para la final del domingo– y lo hará también sin Messi , baja de última hora a causa de un cólico nefrítico.

El argentino no podrá estar ante el campeón asiático y que, además, le pone en la lista de dudas junto a Neymar de cara a una posible final el domingo.

El rival será el conjunto chino del Guangzhou, entrenado por Scolari y decorado por Robinho en su última fase como futbolista. En el horizonte del Mundial de Clubes le espera el River Plate, que ganó con más sufrimiento de lo esperado al Sanfrecce Hiroshima japonés (0-1).

Es la cuarta participación del Barcelona en el Mundial de Clubes, con el formato de semifinales y partidos previos, aunque en 1992 ya jugó con la anterior estructura, de partido único, en lo que se conocía como la Copa Intercontinental , que perdió ante el Sao Paulo (2-1).

Con dos títulos en sus tres últimas apariciones, el equipo catalán es junto al Corinthians el más laureado del torneos (dos campeonatos, 2009 y 2011, y un subcampeonato, 2006, tras perder contra el Internacional de Porto Alegre).

El Barça pretende ampliar su colección después de ganar en 2015 la Liga, la Copa del Rey, la Liga de Campeones y la Supercopa de Europa. La derrota en agosto ante el Athletic en la Supercopa de España le privó de igualar los registros del 2009.

Luis Enrique no se fía del conjunto chino ni de Robinho : «Tengo la misma ilusión que todos los barcelonistas por ganar este título. No recuerdo ninguna semifinal que fuese fácil. El Guangzhou tiene muy buena pinta. Robinho, con 31 años, está en plenitud física. No sé si jugará pero desde luego es un futbolista top».