El Barça apuesta todo a la Copa

Baja tensión defensiva. Muy blando se presentó el Valencia en el Camp Nou. No tuvo la tensión necesaria para contrarrestar el ataque del Barcelona. La pareja de centrales Ramí-Víctor Ruiz, a la que en el arranque de la temporada se le sobrecargó de elogios, estuvo espesa, imprecisa, blanda. Loco se volvió Miguel cada vez que el joven Cuenca el encaraba. Desbordado se vio Albelda entre el trío formado por Xavi, Thiago y Cesc. Y es el veterano centrocampista valenciano se vio huérfano de ayuda de Banega. Un partido más no estuvo el argentino. Tino Costa lo sustituyó. Arriba, Aduriz lo intentó. Soldado fue baja de última hora por un proceso febril. Empezaron mal las cosas para el conjunto valencianista.

Cuenca, uno más. El canterano azulgrana mostró su velocidad, descaro y absoluto alineamiento con la idea de Guardiola. Es uno más, como suele suceder con todos los jugadores que desde abajo van encontrando su oportunidad en el primer equipo.

El carril del terror. El peligro valencianista siempre le llega al Barça por el mismo espacio. Jordi Alba y Mathieu, los que más metidos estuvieron en el partido por parte «che». defendieron bien y protagonizaron jugadas en ataque que desdibujaron la defensa barcelonista. Alba pudo empatar en el arranque del segundo tiempo, pero Pinto lo evitó.

Minutos espesos. Cayó el equipo de Guardiola en el mismo error. No comenzó con tensión ninguno de los dos actos. En el arranque de partido dominó el conjunto de Emery, pero el gol de Cesc despertó a los azulgrana. Lo mismo sucedió en el segundo tiempo. Alargó el descanso y los valencianistas generaron dos situaciones de mucho peligro.

Emery y el Camp Nou. El técnico vasco cuenta sus visitas al coliseo azulgrana por derrotas. Perdió en su campaña en Primera con el Almería, como le pasó en las tres últimas campañas como preparador valencianista. Ayer volvió a caer. La próxima semana el Valencia devuelve la visita liguera.