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Fútbol

Ansu Fati manda en su lesión

El delantero doblega al Barça opta por un tratamiento conservador pese al riesgo de recaída y rechaza operarse

Jurídicamente el club no le puede obligar a aceptar su posición médica, aunque le paga su contrato

Ansu Fati remata de forma acrobática durante un entrenamiento REUTERS

Sergi Font

Los miedos y las fobias han podido con Ansu Fati , quien, tras cuatro intervenciones quirúrgicas en su rodilla, ha desestimado pasar por la mesa de operaciones para subsanar su lesión en el tendón proximal del bíceps femoral del muslo izquierdo. El delantero, abatido psicológicamente por esta nueva lesión y traumatizado tras dos años de sufrimientos, ha desoído las recomendaciones de los servicios médicos del club, que abogaban por una cirugía que alargaba el tiempo de recuperación, pero que eliminaba el riesgo de recaída, y ha optado por un tratamiento conservador que podría permitir su reaparición, si todo va bien, dentro de un par de meses.

Ni siquiera las estadísticas que aseguran que el 30 por ciento de los pacientes con una lesión de isquiotibiales recaen al mes o mes y medio ha servido para convencer al bisauguineano, que padece la misma dolencia que Dembélé durante la Eurocopa y que le mantuvo cuatro meses de baja tras pasar por la manos del doctor Lasse Lampainen. El finés, discípulo del prestigioso cirujano ortopédico Sakiri Orava, es el especialista de referencia mundial que el Barcelona quería que tratara a Fati. Ahora, el futbolista trabajará con su equipo médico de confianza.

Ansu ha impuesto su voluntad y ha reabierto el eterno debate sobre el poder que tienen los futbolistas a la hora de escoger un tratamiento o rechazar ponerse en manos de los servicios médicos del club que les paga. Un tema de discusión que no tiene sentido de ser para Jacinto Vicente , abogado experto en derecho deportivo, que asegura que «por encima de cualquier otra consideración, lo que prevalece es la salud del afectado, que tiene derecho a elegir el tratamiento médico que considere oportuno».

El letrado aduce el «derecho individual y constitucional de elegir» del futbolista, que lo único que está obligado a permitir es «un seguimiento por parte del club y de permitir la presencia de uno de sus médicos en la operación». No obstante, Vicente puntualiza: «Otra cosa es que la decisión fuera médicamente temeraria. Pero aquí no es el caso, porque hay dos opciones , una conservadora y otra quirúrgica. Si hay dos opciones válidas, el jugador escoge. Otra cosa es que esté en peligro su vida y pueda salir perjudicado el club, como un problema cardíaco y el futbolista quiera jugar sin operarse».

Si jurídicamente parece no haber discusión, la ética y la lógica son disciplinas filosóficas a las que aferrarse para tratar de imponer el criterio de los clubes, que siendo los que pagan el contrato millonario de los futbolistas, suelen ser los más perjudicados en esta disyuntiva. El doctor Pedro Luis Ripoll , codirector del Ripoll y Del Prado, Centro Médico de Excelencia FIFA, aboga por establecer unas directrices para que prevalezcan las decisiones de los galenos del club. «Una serie de médicos venimos diciendo desde hace años que la manera de gestionar las lesiones de un jugador tendría que estar prefijada en los contratos . No existe ninguna regulación de un hecho que se da en la vida real. El jugador y su representante eligen qué hacer y con quién, pero si sale mal, el club es el que se tiene que hacer cargo del contrato, la mutua, etcétera. Hay una serie de intereses, todos legítimos, que conviene articular en un contrato», explica a ABC. «No entiendo por qué no está regulado en los contratos cuando el jugador tiene regulados todos los aspectos de su vida. Y una lesión también se produce en la vida real, por lo que se debería armonizar todos los intereses que concurren», añade el traumatólogo.

La tercera pata de este complejo taburete la representa el agente del futbolista , que se encuentra con la disyuntiva de tratar que prevalezca la opinión médica sin forzar a su representado. «Partiendo de que la última palabra la tiene que tener el jugador, el club puede y debe proponer opciones. El objetivo por mi parte sería que jugador y club fueran de la mano porque quien más sabe de temas médicos son los médicos pero respetando la decisión del futbolista y que si éste escoge otra opción, sea aceptada por el club», explica Eduardo Ipiens , dueño de la empresa de representación Ipi Sport & Management, que añade: «El agente aconseja y da su opinión pero al final apoya la decisión del futbolista».

Riesgo de recaída

El Barcelona persigue con Ansu Fati evitar que la lesión se reproduzca. Un mal endémico en la plantilla del Barcelona durante los últimos años, con las recaídas de Dembélé, Pedri, Piqué, Sergi Roberto o el propio Ansu, que ha provocado una profunda remodelación de los servicios médicos del club promovida por Xavi Hernández, que no ha podido evitar perder de nuevo al bisauguineano, futbolista sobre el que descansa la ilusión y la esperanza del barcelonismo. La elección de un tratamiento conservador no elimina el riesgo, tal y como le explicó al futbolista el doctor del Barça, Ricard Prun a. Ylo ratifica el doctor Ripoll, que advierte que «difícilmente garantiza una cicatrización total para soportar un músculo que sirve para esprintar, para arrancar y que también controla la estabilidad de su rodilla izquierda, de la cual está operado». Además, el traumatólogo asegura que los plazos de recuperación serán similares, unos cuatro meses como mínimo. «Incluso el sentido común dice que si se sutura, el proceso irá más deprisa», añade.

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