Ansu Fati, ante su decisión más difícil

El objetivo era tratar de llegar a la vuelta de los octavos de final de Champions ante el PSG y, sobre todo, recuperar el nivel en el tramo final de la temporada para entrar en la lista de convocados de Luis Enrique para la Eurocopa . El pasado mes de enero se sometió a un tratamiento biológico regenerativo para acelerar su recuperación, pero su progresión sufrió un frenazo al no soportar las cargas de trabajo y padecer una preocupante hinchazón de la articulación. De hecho, tuvo que pasar de nuevo por la mesa de operaciones , a principios de febrero, en la que se le practicó una segunda artroscopia de la que el club azulgrana no informó.

Casi dos meses después, la rodilla de Fati no mejora y el entorno del futbolista lo está viviendo con preocupación . De hecho, Bori Fati, padre del jugador, mantuvo este fin de semana varias reuniones con los servicios médicos del club para valorar un cambio de rumbo en la recuperación. Al mismo tiempo, han buscado nuevas opiniones médicas. El delantero realizó la semana pasada un viaje relámpago a Lyon para reunirse con el doctor Bertrand Cotte t, especialista en articulaciones del tren inferior. El traumatólogo le confirmó que la sutura a la que fue sometido su menisco externo no ha cicatrizado correctamente en ninguna de las dos artroscopias, además de detectarle una infección.

Ahora mismo, Ansu Fati tiene dos opciones sobre la mesa. La primera es pasar de nuevo por el quirófano para someterse a una meniscectomía (extracción de la parte dañada del menisco), lo que le permitiría volver a jugar en dos meses como máximo, y la segunda es realizar un tratamiento conservador con el que intentar recuperar el menisco, opción que le mantendría bastante más tiempo de baja.

Las dudas que le surgen a Fati y a su entorno están generadas por las consecuencias a largo plazo de la extirpación del menisco. Si bien es cierto que la mejora sería inmediata, perder la almohadilla que supone el cartílago, siendo tan joven y con tantos años por delante de carrera deportiva, supondría un precio a pagar demasiado elevado. Todos los médicos consultados por este diario aseguran que jugar sin menisco puede acabar degenerando en una artrosis o problema articular que precipitaría el final de su trayectoria antes de tiempo. Todas estas circunstancias han provocado que el futbolista se haya marcado un plazo antes de una decisión drástica. Probará durante un par de semanas con ejercicios de carga mucho mayor y con infiltraciones de corticoides para minimizar la inflamación y el dolor, al tiempo que se le realizará un estudio del líquido sinovial que se le acumula en la articulación. Dependiendo de la respuesta de la rodilla se optará por mantener el tratamiento o aceptar definitivamente la meniscectomía, aunque ello supondría una serie de cuidados y prevenciones de por vida para cuidar el desgaste de la articulación. En el club priorizan la recuperación del futbolista y no tienen ninguna prisa en que regrese a los terrenos de juego. Fati, con contrato hasta 2022 con dos años más opcionales por parte del club, había marcado seis goles en los 14 partidos que ha jugado.