Con el agua al cuello en la Liga de Campeones

El Real Madrid es el único equipo de los cinco representantes españoles que ya tiene asegurado su pase a los cruces, aunque aún debe pelear por el primer puesto de su grupo. Los de Ancelotti necesitan al menos empatar mañana ante el Inter (21.00, Santiago Bernabéu) para llegar al sorteo, el próximo 13 de diciembre, con las ventajas que suponen poder enfrentarse a un contrincante previsiblemente más 'amable' y jugar la vuelta en la capital de España. Los blancos son el único equipo en la historia de la competición que se ha clasificado siempre para los octavos, pero la pasada temporada se acercó al abismo y tuvo que jugársela en la última jornada contra el Monchengladbach. Una señal de que lo estaba por venir este curso al fútbol español.

Los equipos de la Liga han sido los claros protagonistas de la Champions a lo largo del siglo XXI. Seis títulos del Real Madrid (2000, 2002, 2014, 2016, 2017 y 2018) y otros cuatro del Barcelona (2005, 2009, 2011 y 2015), más cuatro finalistas: el Valencia (2000 y 2001) y el Atlético (2014 y 2016). Dominio sobrado de la mejor competición de clubes del mundo. De hecho, lo habitual ha venido siendo que España metiera en los cruces de Champions entre tres y cuatro equipos. Solo en dos ocasiones (2005 y 2012) fueron solo dos los representantes en octavos. Sin embargo, desde 2018, cuando el Madrid levantó la Decimotercera, las cosas han cambiado a peor.

El adiós de Cristiano , la caída progresiva del Barça y la irregularidad del Atlético de Madrid cuando sale de nuestras fronteras han castigado a estos tres equipos, que han perdido el papel protagonista que tuvieron en la Champions en los últimos años. A la vez que los equipos de la Liga han bajado en calidad, sus competidores han crecido. Ahora domina el fútbol inglés, junto al Bayern alemán y los petrodólares del PSG francés, y como resultado ahí está lo que parece un cambio de ciclo en la máxima competición continental. Los conjuntos españoles tienen menos argumentos deportivos y financieros que sus grandes rivales, pero no solo llegar al mes de abril con vida se ve como un objetivo complejo. Ahora también les cuesta superar la fase de grupos, algo inimaginable hace solo unos años. A excepción del Real Madrid, el resto de los representantes nacionales están en una situación límite, al punto de que España podría tener por primera vez en formato Champions solo un club en octavos.

El Atlético es al que peor panorama se enfrenta, el único que no depende de sí mismo. Aplastado por el Liverpool, contundente campeón de su grupo, los de Simeone no han sido capaces de imponer su jerarquía ante el Oporto, subcampeón de Portugal, ni el nuevo Milán, de vuelta a la Champions tras siete temporadas de penurias. El resultado de su decepcionante travesía en la competición es que llega a esta última jornada como cuarto clasificado, por lo que deberá ganar mañana en tierras lusas (21.00 horas) y esperar que el equipo italiano no venza a los de Klopp en San Siro. Ha gestionado tan mal esta primera fase que incluso puede que ni siquiera se pueda consolar con la Europa League. Las opciones de acabar cuarto y no jugar más en Europa en lo que resta de temporada son reales, con el consecuente daño económico y deportivo para una entidad que también mira con preocupación la trayectoria en la Liga. La derrota el sábado ante el Mallorca aumenta las dudas sobre las posibilidades de que los rojiblancos hagan la machada en Oporto .

El Barcelona , también golpeado en la Liga tras el batacazo ante el Betis, lo tiene un poco mejor que el Atlético, pero tampoco mucho más. Cierto es que depende de sí mismo, pero no será sencillo ganar el miércoles en el Allianz Arena al Bayern , por mucho que los alemanes estén ya clasificados como primeros, que no se jueguen nada y que el partido se dispute a puerta cerrada, no es nada sencillo. Los bávaros no van a dejar pasar la ocasión de apear de la Champions a un equipo que habitualmente ha sido rival directo. Además, el no Balón de Oro a Lewandowski también escuece. Si el Barça (ahora segundo) no ganara en Múnich, le quedaría la bala del Dinamo de Kiev, que podría ayudarle a pasar a octavos si gana o empata en el campo del Benfica. Una opción muy complicada, pero no imposible.

El Sevilla , inexplicablemente, también ha llegado a la última jornada con el agua al cuello. Era el equipo español con el grupo en teoría más asequible, pero a la hora de la verdad no ha cumplido con las expectativas. Los de Lopetegui deben ganar el miércoles en Salzburgo al Red Bull, que también se juega el pase, en un partido en el que tampoco habrá presencia de público. Si no vencen, adiós a la Champions y solo se asegurarían la Europa League si obtienen el mismo resultado que el Wolfsburgo, que juega en su feudo ante el Lille. De lo contrario, estarían fuera por completo de Europa.

El Villarreal , que aparece en esta Champions gracias a la Europa League conquistada la pasada temporada, es el que más a mano tiene su pase a octavos porque se la juega el miércoles en un duelo directo. Los de Unai Emery, que han competido bien pero no han tenido gol en los momentos claves del grupo, deben empatar o ganar en Bérgamo para confirmar su clasificación. El problema es que enfrente tendrán a un Atalanta al que solo le vale ganar para quitarle esa segunda plaza del grupo a los castellonenses. Duelo a vida o muerte ante un rival cuyo estilo de juego valiente le convierte en impredecible. Como impredecible es lo que pueda pasar esta semana al fútbol españoles en dos días de vértigo.