Hay gol en Las Gaunas

Para empezar, todo lo que no sea una victoria plácida de España ante la débil Luxemburgo será interpretado como una debacle. Aunque no sea colistas, es el rival con menos historial del grupo y la selección ya goleó a domicilio en aquel estreno de Diego Costa, por fin delantero después de seis encuentros previos buscando la red.

Como no está el hispanobrasileño, indiscutible para Del Bosque, es el momento para los otros delanteros del equipo. Visto lo visto, todo apunta a que Álvaro Morata será el atacante de España en el desigual pulso ante Luxemburgo, una buena oportunidad para el jugador de la Juventus y más ahora que vuelve a lucir después de una lesión. Morata lleva tres goles y cada día vale más.

Su principal competencia es Paco Alcácer, cuyo idilio con la selección es incuestionable . Sin embargo, ha dejado de ser un fijo en el Valencia y se toma esta llamada internacional como la oportunidad de su vida para demostrar que puede ser titular tanto en su club como en España. Sus números de rojo son innegociables y Del Bosque le tiene toda la fe del mundo.

Además, sin ser un delantero puro de área, está Nolito, que lleva cinco goles en la Liga y mantiene al Celta arriba . Es un jugador con desparpajo y muy diferente al resto, un privilegio siempre que el viento sople a su favor. Únicamente le supera Benzema en la lucha por el pichichi y está llamado a ser uno de los hombres de esta Liga, tanto que podría estar en la Eurocopa.

Y sucede todo esto mientras Del Bosque reclama la ayuda de los jugadores de la segunda línea . Porque más allá de los delanteros, que ahí están, el técnico pide que hombres como Mata, Cesc, Cazorla, Pedro o Isco asuman el papel del gol. Deberían llegar en Logroño, en donde se espera que las radios canten el «Hay gol en Las Gaunas».

Y en defensa, todos los focos puestos en Gerard Piqué, abucheado en la previa . El azulgrana será el líder de la zaga y se espera que, irremediablemente, haya pitidos porque se ha convertido en una moda haya donde vaya. Pasó en León, en Oviedo y también en tierras riojanas, un asunto que no altera demasiado a Del Bosque. Lo que le preocupa de verdad es cerrar el pase a la Eurocopa.