«Cebolla» Rodríguez evita la debacle de Uruguay

El tanto llegó a los seis minutos de la segunda mitad. Una jugada a balón parado que botó Nicolás Lodeiro desde el costado izquierdo del área jamaicana y José María Giménez cabeceó para dejar la bola en los pies del «Cebolla».

El gol tranquilizó a Uruguay, que no supo hacer valor su mayor calidad técnica sobre los caribeños y naufragó en sus intentos de profundizar y llegar con peligro al área de un rival que se movió bien entre la confusión e hizo sudar a los charrúas.

Le costó a Uruguay generar peligro en la primera parte, quiso controlar el tempo y aprovechar la capacidad asociativa de sus jugadores, pero no obtuvo profundidad ni generó peligro. El relato pudo cambiar pronto si el colegiado hubiese visto una mano dentro del área de Kemar Lawrence que interceptó un pase de Carlos Sánchez, pero no lo consideró.

Confusos los charrúas, Jamaica se lo creyó y se fue hacia adelante, comandados por un más que destacable Joel McAnuff el equipo caribeño puso nerviosa a la zaga charrúa en varias ocasiones. Sólo la falta de calidad jamaicana y el vértigo de estar ante la gloria del gol evitó la desgracia para Uruguay.

La más clara la tuvo Darren Mattocks en el minuto 39, que aprovechó un error de Carlos Sánchez cuando Uruguay salía al ataque y se vio sólo ante el arco, errando el disparo. Escaso de calidad, el equipo caribeño trató de mantenerse ordenado sobre el césped y ofrecer trabajo, fuerza y sacrificio para nublar los ataques celestes, cada vez más incisivos gracias al oficio de Nicolás Lodeiro, encargado de llevar la manija del juego charrúa.

El 10 de Boca Juniors estuvo en el inicio de todas las jugadas de peligro de Uruguay, la más clara un balón filtrando al Cebolla Rodríguez que a la media vuelta soltó un zurdazo desde la frontal del área que Duwayne Kerr paró en dos tiempos. Otro de sus pases fue para Cavani, que cayó al suelo tras ser ligeramente enganchado por un defensor caribeño, pero el colegiado no vio penalti.

Tras el descanso Uruguay tomó pronto ventaja en el marcador y se llenó de aplomo y oficio para controlar el partido, pero lejos de conseguirlo se vio superado por Jamaica, que sin nada que perder se fue desaforadamente al ataque haciendo sufrir a los charrúas, a quienes se les hizo largo el final del partido.

Christian Stuani, que había salido en la segunda mitad, tuvo en sus pies el de la tranquilidad, pero incomprensiblemente la mandó al cielo cuando se encontraba solo ante la portería. Con balones largos, pérdidas de tiempo y posesiones prolongadas cuando tenía la oportunidad, Uruguay dio por concluido el partido.