Hacia la hora del debut en el Mundial

Al llegar a Montreal, agotadas, el pensamiento estaba en la cama. Ese descanso necesario. Vino después de dar un paseo, de estirar las piernas, de un paso por la piscina para relajarnos y de la cena todas juntas y el cuerpo técnico y la gente que está con nosotras para hacernos las cosas más fáciles. Gracias a todos. Aquello del «jet lag». Lo llevo bien.

Por fin llegó el primer entrenamiento el sábado y el contacto con el césped, que es artificial de última generación, pero suelta mucho caucho. No lo riegan mucho, de modo que cuesta que el balón ruede. Esa misma tarde, la tuvimos libre. Aprovechamos para dar un paseo por el centro de Montreal. Había mucho ambiente por la Fórmula Uno.

Tuvimos de nuevo sesión matinal de entrenamiento el domingo. El grupo está muy bien. La gente está muy comprometida. Por la tarde, visitamos el casco antiguo de la ciudad, que por cierto es muy bonito. Pero el «run run» está ahí. Las ganas por el primer partido. Los planes para la víspera eran entrenar en el estadio donde debutaremos contra Costa Rica.

Se va acercando la hora soñada. El debut en el Mundial. Tenemos ese grado de excitación y nervio, pero bien gestionado. La mente no para de funcionar, imaginando situaciones de partido. Las ganas por que llegue el martes son tremendas. Y por que nos salga todo bien. Y por ganar. Será muy importante empezar con buen pie la competición. Sinceramente, creo que el equipo está preparado para cuando empiece a rodar el balón contra Costa Rica. Seguimos soñando.