La alfombra de Ipurúa

Tras la visita del Atlético de Madrid a Ipurúa hace poco más de un mes, partido disputado literalmente sobre barro, el Éibar tomó la decisión de cambiar el césped. «Somos un club modesto, pero decidimos hacer el cambio porque nos gusta jugar con el campo en buenas condiciones, no somos como los clubes vascos de los años 80, que siempre tenían el campo lleno de barro», recuerda Unamuno.

Éibar tiene una orografía especial, está metido entre montañas y hay una zona de unos 20 o 25 metros de Ipurúa que siempre está en sombra. «El césped contra el Atlético estaba hecho un desastre, había llovido muchísimo esos días y con las heladas el campo había quedado destrozado, especialmente en las zonas de sombra», incide Unamuno.

El Éibar buscó en Francia y en Extremadura, pero finalmente encontró el césped que buscaba, el que mejor se «acoplaba» a Ipurúa, en Vila Nova de Milfontes, un pequeño pueblo al sur de Portugal. «Hicimos todo el cambio bastante rápido. Teníamos los quince días que hay entre partido y partido, pero justo cuando íbamos a empezar cayó una importante nevada y tuvimos que retrasarlo una semana. La verdad es que se hizo en un tiempo récord», destaca Unamuno, orgulloso del trabajo realizado.

Desde Portugal, llegaron a Éibar más de veinte tráilers cargados con 6800 metros cuadrados de césped y el proceso transcurrió incluso mejor de lo previsto: «El técnico quedó encantado con el cambio, es el mejor césped que ha tenido nunca Ipurúa».

De cara a la visita del Barcelona, Unamuno asegura que no habrá cambios en la preparación del terreno de juego. «No se va a poner ninguno tipo de impedimento ni a dejar de cuidar el césped, no se hace nunca. No hay ninguna orden específica. El Barça se va a encontrar un campo en muy buenas condiciones», enfatiza. Además, el responsable del campo de Ipurúa no se engaña: «El Barça es infinitamente superior al Éibar esté como esté la hierba».