El show de Boubacar Barry Copa

La imagen de Boubacar antes de marcar el gol decisivo era todo un poema. Durante la tanda de penaltis se había lesionado en dos ocasiones y después de detener el lanzamiento de Razak, guardameta de Ghana, cogía el balón con lágrimas en los ojos. Después de ejecutar su penalti, el dolor daba paso a la alegría y las lágrimas comenzaban a brotar sin consuelo mientras era felicitado por sus compañeros. En una tanda surrealista, uno de ellos, Gervinho, había cogido una silla y se sentaba de espaldas a la portería para evitar el sufrimiento.

El partido concluía con un empate sin goles y daba paso a la tanda de penaltis, que se ponía muy cuesta arriba para la selección de Costa de Marfil después de fallar sus dos primeros lanzamientos. Ghana anotaba los suyos, pero solo anotaba uno de los tres restantes y, con Boubacar en la portería, los costamarfileños resucitaron hasta igualar la serie al término de los cinco primeros disparos. Cuando todos los jugadores de campo ya habían asumido la responsabilidad, llegó el momento de los guardametas. Brimah Razak y Boubacar Barry Copa frente a frente.

El ghanés, que juega en el Mirandés, fallaba el suyo. Lo detenía Boubacar Barry Copa y el portero del Lokeren belga, que no fue titular en la mayoría de los partidos de su selección en el torneo, batía a su adversario para convertirse en el héroe de la final y el hombre más querido de Costa de Marfil.