Carlo Ancelotti (23/03): «Personalmente, ganar la Décima sería lo máximo»

Antes (cuando la entrevista fue realizada) el Real Madrid tenía 9 copas de Europa, ahora tiene 10. Antes, el vestuario era un volcán en plena erupción, ahora es el mismo volcán -es el Real Madrid, siempre es un vestuario complejo-, pero de lava petrificada e inmóvil. Antes no estaba al borde de romper todos los registros posibles de victorias consecutivas, ahora... Ahora Ancelotti es un fijo en el banquillo del Madrid. Entonces comenzaba a parecerlo. Todo esto fue lo que contaba a ABC.

Carlo Ancelotti trabaja a pie de campo. Literalmente. Su despacho dista apenas diez pasos del césped donde se entrena el primer equipo del Real Madrid. A mitad de camino, en la banda, el club ha colocado una mesa y unas sillas para que podamos cuestionarle en su hábitat natural. Hace una mañana soleada en Valdebebas y se nota que Ancelotti disfruta de ello. El clima es una de las cosas que le han traído a España. Pero no la más importante. La más importante es la Décima, el título que colmaría sus aspiraciones como entrenador. Y también la Copa del Rey y la Liga, que pasa por el partido de esta noche. El Madrid se juega mucho en él, pero el italiano mantiene la cara de póquer. Es el hombre impasible.

-Va a cumplir nueve meses en el Real Madrid. ¿Es la leyenda de este club tan grande como la pintan?

-La imagen que tenía del Real Madrid antes de llegar es la misma gran imagen que estoy viviendo todos los días desde que estoy aquí. Es un gran club, con un historia fantástica. Esto pesa, naturalmente, en el sentido de que da mucha motivación para trabajar. Es un club que exige ganar. Cuando tú entrenas a un equipo como el Real Madrid, el único objetivo son los títulos. En el Milán se vivía lo mismo que aquí. Son dos equipos muy parecidos, porque tienen una historia grande en Europa. Son los dos equipos que más Copas de Europa han ganado, nueve el Real Madrid y siete el Milán. Son distintos de los otros. En primer lugar, porque sus presidentes son diferentes a los de otros clubes. Abramovich y Al-Khelaifi compraron el Chelsea y el PSG. Berlusconi y Florentino Pérez nacieron ya como seguidores del Milán y del Real Madrid.

-Se dijo que usted venía a pacificar el Madrid ¿Había que pacificarlo?

-No había nada que pacificar. He encontrado unos jugadores muy profesionales, serios. He escuchado que tuvieron problemas hace un año, pero eso es pasado. Los futbolistas nunca me han hablado de ello. Desde el primer día, todo se focalizó en el trabajo de este año.

-¿Qué es lo que más le sorprendió en este vestuario?

-El Real Madrid es el primer equipo en el que no he tenido ningún problema con ningún jugador. Porque en el pasado algunos futbolistas, en otros clubes, no estaban contentos porque no jugaban. Sin embargo, aquí han tenido mucho respeto sobre las decisiones que he tomado.

-Su estilo es muy distinto al de Mourinho.

-No sé si es distinto. Cada uno tiene un carácter y tiene que demostrarlo, no cambiarlo, porque si no, no eres «vero», no eres real.

-Dijeron que usted era un entrenador de presidente, que sería acomodaticio, que pondría a Casillas. Y va usted y mantiene a Diego López.

-Todos los presidentes han tenido mucho respeto por mis decisiones. Algunos llevan mucho tiempo en el fútbol y han comprendido muy bien el trabajo de un entrenador, que es tomar decisiones que pueden ser justas o pueden no serlo, pero los presidentes comprendieron mi trabajo y no me impusieron más presión.

-La primera gran decisión, quizás la más polémica, era la portería. ¿Por qué eligió a Diego López?

-Porque Diego López comenzó la temporada bien. Íker llegó veinte días después, tras disputar la Copa Confederaciones. Después, la verdad es que Casillas es, como Diego, un grandísimo portero. Tenemos esta suerte, y no me parecía justo tener dos grandes guardametas y dejar a uno en el banquillo toda la temporada. Entonces pensé en dar la oportunidad a Casillas de jugar partidos importantes, de poder estar en forma. Es una situación anómala, pero también es anómalo contar con dos grandes guardametas. Ningún equipo tiene dos porteros tan completos como Íker y como Diego López, esa es la verdad. Son los mejores del mundo. Y yo tengo confianza en los dos.

-Con Bale vivió otra situación complicada. Llegó sin pretemporada. ¿Sufrió ansiedad por demostrar su valía? ¿Cómo ha gestionado su progresión hasta el rendimiento actual?

-Era un problema de tiempo. Cuando un jugador no realiza pretemporada es normal que no tenga una buena condición física y que exista un riesgo de sufrir lesiones. No ha tenido dolencias importantes, como dijeron...

-Llegaron a hablar de una hernia.

-Nunca tuvo problemas de espalda, ni una hernia (risas), como muchas veces han dicho. Después, con el tiempo y los entrenamientos ha mejorado su forma y ahora juega muy bien.

-El Madrid se había planteado el fichaje de Neymar antes que el de Bale. A la vista de los resultados ¿fue buena elección contratar al galés?

-La decisión del club de elegir a Bale fue la correcta porque Neymar tiene una posición muy parecida a la de Cristiano. Es verdad que Neymar puede jugar en todas las posiciones, pero desde el perfil técnico, a Bale le gusta más jugar por la derecha y ficharle fue una decisión óptima.

-Usted es ensalzado por ser un buen gestor de talentos. El mayor talento es Cristiano. ¿Cómo se gestiona?

-En el Real Madrid hay muchos talentos. La suerte es que Cristiano, además del talento, tiene una profesionalidad única. No es fácil encontrar en un jugador tan importante una profesionalidad tan grande. Es la razón por la que CR7 está a un nivel muy alto todos los años. Hay muchos jugadores con talento que no lo consolidan con un buen nivel de trabajo diario y su magia se pierde. En el fútbol de hoy, el talento solo se puede demostrar si hay una buena condición física. Cuando yo jugaba, tener talento era suficiente. Ahora, el talento tienes que apoyarlo con una preparación física muy alta y Ronaldo la tiene.

-¿Gestionar a tantos futbolistas que serían titulares en cualquier otro club es lo más duro?

-Sí, es lo más difícil para hacer la alineación, porque tengo una plantilla muy importante. Pero todos comprenden mi situación y no he tenido ningún problema. El equipo va bien y el secreto está en que tenemos unos jugadores que la mayoría son muy altruistas y trabajan para el equipo. No tienen el ego que se les atribuye.

-Usted ha solucionado tres situaciones difíciles esta temporada, relacionadas con Ramos, Pepe y Di María.

-Les dije lo que pensaba. El caso de Ramos era solo un problema de forma. No estaba en una condición física óptima y después lo ha arreglado todo muy bien. A Pepe le dije que era un futbolista importante para este equipo. Él quería salir y se quedó. Está contento de haber continuado. Y sobre Di María digo que debíamos disfrutar de su calidad. No tenía costumbre de jugar en ese puesto y lo ha hecho muy bien, con sacrificio. Pero es mérito de ellos, que pelean. Que escuchan de vez en cuando. Y yo les escucho a ellos, pues tienen experiencia.

-Mourinho chocó bastante con la prensa. A usted le criticaron porque fichó a nutricionistas y entrenadores que eran familiares. Los pagaba usted, pero eso no se decía. ¿Le molestó?

-Me molestó, sí, porque fue un ataque personal. El club comprendió muy bien que me gusta trabajar con personas que tengo confianza. Mi hijo Davide es preparador físico, ha estudiado mucho y ya hizo un gran trabajo en el PSG. Estaba listo para ser asistente del preparador. Y sobre el nutricionista digo lo mismo. No voy a coger personas para el Madrid que no tengan conocimiento o calidad en el campo de la dieta.

-Florentino Pérez le dice que no se preocupe, que cuando le atacan a usted es poque van contra él...

-Sí (risas), lo entiendo. Esto es el Madrid, por eso es tan grande. Todo está controlado. No es un problema para mí o para el presidente.

-Otra de las cosas que no entendió fueron los tres partidos de castigo a Cristiano. ¿Se excedieron los comités contra él?

-Todavía no lo comprendo, porque puede ser que lo que hizo Cristiano no estuviera bien, pero tres partidos era una suspensión demasiado grande. No lo merecía.

-¿Qué significaría para usted ganar la Décima? ¿Vino para esto?

-Personalmente, ganar la Décima sería lo máximo. Para mí, la Copa de Europa es una motivación muy grande y vamos a intentar conquistarla.