renovación
El Barcelona liquida a sus históricos
El club, en busca de más «eficiencia», ha prescindido de varios de sus trabajadores más longevos
xavi hernández
A sus 67 años, Quique Costas se sentía fuerte para iniciar otra temporada en el Barcelona. Llevaba desde 1971 sirviendo como azulgrana, primero como jugador del primer equipo, después como entrenador en el fútbol base (dos etapas como técnico del filial le contemplan) y últimamente ... como trabajador discreto en la ciudad deportiva de Sant Joan Despí, donde realizaba labores de control y seguimiento de los jóvenes canteranos. Era un histórico y, pese a estar en edad de jubilarse, se resistía a abandonar, pero se temió lo peor cuando comprobó después de las vacaciones que no le habían pagado la nómina. Preguntó en el club por la anomalía, confirmó sus sospechas y Josep Maria Bartomeu se las trasladó de forma oficial hace una semana. «Te tienes que jubilar», sentenció el presidente. Costas esperaba continuar un año más, sobre todo porque Jordi Roura y Aureli Altimira, los nuevos responsables del fútbol formativo, así se lo habían prometido. No obstante, la lógica empresarial, una vez más vendida como «decisión de club», se impuso al criterio deportivo.
Precisamente, Roura y Altimira, principales ayudantes del malogrado Tito Vilanova , asumieron la dirección y la coordinación del fútbol base después de que el Barcelona liquidara a Guillermo Amor y Albert Puig a mediados del pasado mayo. La decisión llegó tras la dura sanción de la FIFA por irregularidades en la inscripción y transferencia de menores extranjeros, aunque desde el club no se relacionó una cosa con la otra.
«No explicaré las razones, pero las etapas se acaban y hay que dar paso a nuevas ideas y nuevas formas de dirigir», aseguró al respecto Bartomeu, que desde su llegada a la presidencia a finales de enero aboga por un Barça «mucho más eficiente». Como consecuencia de esta máxima, el área ejecutiva, con Antoni Rossich a la cabeza, ha multiplicado su peso en las «decisiones de club», que han terminado con Amor buscándose la vida en el Adelaida United australiano o con Puig trabajando para la federación de Gabón. Destinos exóticos para dos de los responsables más claros, por ejemplo, de la reciente irrupción del joven Munir El Haddadi, una apuesta reclutada en Madrid y trabajada en Barcelona.
Prejubilación para Corbella
Más difícil lo tendrá Txema Corbella, igual que Costas, para encontrar la manera de seguir vinculado al fútbol. La noticia de su prejubilación tras 32 temporadas como utillero sentó como un tiro en los pesos pesados del primer equipo. Como prueba, Xavi Hernández se acordó de él (también de Puyol y Valdés) en la presentación del Gamper y expresó públicamente su malestar con la decisión: «No se lo merecía, era el alma mater del vestuario». El club, sin entrar en el quién, quería apartar a Corbella de la dinámica del equipo y le ofreció una reubicación en la ciudad deportiva. No aceptó el trato, así que tuvo que resignarse a un retiro prematuro a los 62 años. Su vacante la ha ocupado un íntimo amigo de Gerard Piqué, Jordi Durán, que según la versión oficial ha pasado todas las pruebas para cargar con los bártulos a partir de este curso. Hace unos días, Andoni Zubizarreta dio alguna clave sobre los requisitos que debe reunir un buen utillero: «Trabajar, ser discreto y avanzarse a los deseos del cliente». La segunda cualidad, en el fútbol moderno, es cada vez más imprescindible para todo trabajador cercano a los jugadores de un equipo de primera línea mediática. Toda información ajena a la versión oficial dispara suspicacias.
Promesa incumplida
Corbella, por exposición y cariño, ha sido el adiós más sonado del verano. Más en la sombra queda el adiós del exjugador Julio Alberto Moreno, que abandonó hace unas semanas sus funciones en el área institucional del club azulgrana. «No sé vivir sin el Barça», expresó emocionado por carta, poco después de que su abogado llegara a un acuerdo para su desvinculación contractual. Otro que anda mosca es Albert Benaiges, figura clave en la formación y explosión de Xavi, Messi o Piqué, entre otros. Hace unos días empezó su andadura en el Chivas de México porque el Barça no le ofreció el cargo que Rosell le había prometido años atrás.
El Barcelona liquida a sus históricos
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete