El Éibar, el más modesto de los equipos de Primera

Saneado, pero con un presupuesto tan pequeño que obligará a hacer una ampliación de capital para poder participar en Primera, en Éibar aún hay muchos que no se lo creen. Es un sueño hecho realidad. Un sueño que nació en 1940 y que ha tardado 74 años en cristalizar .

La próxima temporada, cuestiones económicas aparte, el Éibar será equipo de Primera y lo hará con un estadio de apenas 5.000 asientos, el más pequeño de todos los que actualmente forman parte de la Liga BBVA y la Liga Adelante. Ipurúa está rodeado de montes, situado en un extremo de la ciudad vasca, equidistante a unos 50 kilómetros de las tres capitales de provincia del País Vasco.

Las dimensiones del terreno de juego han fomentado siempre un estilo de juego muy inglés, en el que el juego aéreo cumple una función principal, aunque no siempre es así. Esta temporada, de la mano de un fino estilista como era Garitano , el Éibar ha mostrado buenas maneras, que espera poder lucir también la próxima temporada ante los mejores equipos.

En la grada se espera que la cifra de abonados (3.500 este año) aumente aún más, lo que hace pensar ya en una ampliación del aforo, pero sin locuras. A un año de su 75 aniversario, el Éibar se ha propuesto pasar esa temporada entre los mejores y eso pasa por una permanencia que, aunque suena a quimera, nadie descarta en el club vasco.

El origen de su camiseta es tan curioso como su ascenso a Primera. Tras fusionarse el Deportivo Gallo y la Unión Deportiva Eibarresa, la federación vasca les cedió una equipación completa del Barcelona, equipo del que asimilaron los colores y con el que podrán medirse la próxima temporada.