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El Barcelona salva la papeleta
Victoria engañosa de los azulgrana ante un desafortunado Betis (3-1)
xavi hernández
«La Masía no se toca». Con ese mensaje oficial, cosecha del presidente Bartomeu en respuesta a la sanción de la FIFA, saltó el Barcelona a jugarse la Liga contra el colista. Los de Martino salvaron la papeleta tibiamente. Con fortuna, gracias a dos penaltis ... justamente decretados y unas sensaciones que a cuatro días de la prueba de Champions ante el Atlético no fueron las mejores, el resultado sonrió a los culés contra el Betis, que enfocó el partido con la defensa adelantada y decidido a buscar la portería de Pinto. Fue consciente Calderón de que difícilmente la salvación bética iba a pasar por una victoria en el Camp Nou, así que optó por ser vistoso, atrevido y desconsiderado con los espacios a la espalda de los centrales. Sin duda, fue encomiable la propuesta del colista de Primera división ante un Barça que pelea por el título y que en plena disputa por meterse en semifinales europeas sólo reservó a Neymar y Fàbregas. [ Así hemos contado el partido ]
Los azulgrana, que afrontaron la tarde dispuestos a esforzarse lo justo, tuvieron la suerte de encontrarse con el primer gol muy pronto, antes del cuarto de hora y después de un susto y de una ocasión favorable. Lo primero vino generado por Vadillo –salvó el hiperactivo Bartra–, mientras que Xavi protagonizó el segundo en un disparo desde la frontal que Adán resolvió con problemas. A la siguiente llegó un penalti, muy claro, provocado por Alexis casi a propósito, como previendo la secuencia. El chileno percutió por su banda e inició una serie interminable de amagos dentro del área que terminó con una zancadilla de Jordi Figueras, autor de una pena máxima meridiana que Messi transformó en su gol número 350 con la camiseta del Barça.
Pero la ventaja parcial no motivó a los de Martino. Todo lo contrario, ya que el Betis creció hasta inquietar a la grada, muy poblada (82.000 personas) gracias al buen tiempo y al referéndum por la reforma del Camp Nou. No obstante, a los andaluces les faltó la determinación de Rubén Castro y Jorge Molina, suplentes hasta minuto 60. Precisamente el canario confirmó la preocupación azulgrana; metió el 2-1 poco después de que Figueras finiquitara su mala tarde metiéndose un gol propia puerta. Efectivamente, la mala suerte del Betis se alió con un Barça desordenado, desenfocado. De hecho, dice mucho que el mejor culé fuera Busquets. Por su parte, Messi terminó con un doblete forjado desde el punto de penalti, ya que el 3-1 definitivo lo anotó tras fallar otra pena máxima.
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