«Puyol está en edad de retirarse»

«Un futbolista acaba su carrera cuando no se ve en condiciones para seguir jugando. Los factores que le llevan a tomar esa decisión suelen ser más bien físicos, porque el futbolista quiere ser futbolista siempre. Se dedica a ello por pasión y si el cuerpo se lo permite, jugaría siempre», asegura Patricia Ramírez, psicóloga deportiva de gran experiencia, que ha trabajado durante siete temporadas para clubes como el Betis o el Mallorca .

Una interpretación que se ajusta a la perfección al caso Puyol, sobre todo si tenemos en cuenta lo que decía hace un año («para mí el físico es muy importante y tengo muy claro que tengo que cuidarme dentro y fuera del campo. Es lo que intento hacer» o « mi idea es seguir todos los años que pueda ») y lo que reconocía el pasado martes: «Después de las dos últimas operaciones a las que me he sometido, tan agresivas, me está costando recuperar el nivel, más de lo que yo y los médicos pensábamos».

Para Miguel Ángel Peraita, médico deportivo y especialista en Medicina Biológica y Antienvejecimiento, la edad de retirada del futbolista profesional depende de la actividad que haya tenido en el campo y la posición que ocupe. El rendimiento de Puyol, por ejemplo, ha sido siempre al máximo , durante los 15 años que ha jugado en la primera plantilla del Barça y en la selección española. Pero aunque haya excepciones como las anteriormente citadas, Peraita explica que el rendimiento de los jugadores baja invariablemente a partir de una edad. La velocidad de los delanteros y laterales, por ejemplo, empieza a disminuir entre los 25 y 28 años.

«Los defensas comienzan a bajar su rendimiento entre los 28 y los 32 años», comenta Pareita, para quien «Puyol ya está en buena edad para retirarse, pues el rendimiento físico a sus 35 años ya no va a ser el mismo que el que tenía antes de los 30. Otra cosa es que su experiencia en el campo y su influencia en los demás jugadores puedan tener un gran valor a nivel estratégico. Ése es sin duda un valor añadido que puede perdurar más en el tiempo en un jugador profesional».

Lo que parece claro es que si no hubiera sido por sus problemas de rodilla y las dos «agresivas» operaciones, el capitán del mejor Barça de la historia habría querido alargar su carrera hasta los 40 y más. Algo que le ocurre a la mayoría de los jugadores, para quienes el deporte rey es su vida.

« Los futbolistas profesionales quieren alargar su carrera no porque no sepan que van a hacer después con su vida, sino porque el fútbol realmente les apasiona –asegura la que fuera psicóloga del Betis y el Mallorca, actualmente trabajando con otros futbolistas y entrenadores profesionales a nivel individual –. Pero eso depende de muchos factores, como qué tipo de vida que han llevado, de su genética, de cómo han entrenado, se han cuidado y el tipo de vida saludable que han tenido, de la suerte y, sobre todo, de las lesiones que han sufrido ».

Efectivamente, una entrada fuerte del rival, un mal apoyo o un inadecuado giro de una articulación provocado por el mal estado del césped puede dejar paso a varios meses de trabajo en el gimnasio, con el lastre psicológico que implica no saber exactamente cuándo podrá regresar y en qué condiciones. Lo peor es que incluso esas lesiones, como en el caso de «Puyi», pueden acercar el final de la carrera antes de lo esperado.

Los expertos resaltan que en los últimos tiempos, con un calendario cada vez más apretado y una exigencia física de partidos y entrenamientos cada vez mayor, las lecciones se producen con mayor frecuencia. «Indudablemente, rodillas, tobillos y espalda son las partes más castigadas», asegura Peraita. Algo que explica que cada vez más se imponga la exigencia en los clubes de tener más y mejores jugadores en el banquillo, para poder rotar al once titular con más asiduidad y que el desgaste físico de la plantilla sea menor.

Uno de los factores primordiales para poder alargar la carrera de un futbolista hoy en día es, para el especialista en Medicina Biológica y Antienvejecimiento, la recuperación: « El entrenamiento es una continua sobrecarga y es preciso dejar tiempo a la recuperación y a la adaptación. Es fundamental también la pretemporada y el fortalecimiento físico. El entrenamiento de la propiocepción [posición de los músculos] también es importante, ya que conduce a que la técnica sea la adecuada y no genere asimetrías o gestos repetitivos que conduzcan a la lesión. Nadie es perfectamente simétrico, ni tiene una postura ideal, de modo que todos los excesos mecánicos repetitivos y mantenidos conducen invariablemente a la sobrecarga, que podrá convertirse en lesión si no hay una prevención adecuada».

Otro factor importante para retrasar la retirada de la alta competición es la capacidad para soportar la exigencia psicológica. Para Ramírez, esta consiste en tener controladas todas las variables que interfieren en el rendimiento, tales como la tensión , la concentración, la toma de decisiones, la rapidez perceptiva, el manejo de las emociones o la capacidad para elegir pensamientos que suman. «El rendimiento psicológico –explica– no baja ni sube con la edad, sino que depende de cómo manejas tu entorno y cómo te relaciones con él. Un jugador puede estar cansado de la recuperación de una lesión o del esfuerzo físico, pero no estar cansado psicológicamente. Tener todo lo controlable bajo control para optimizar tu rendimiento es básico».

La expsicóloga del Betis y el Mallorca reconoce haber tratado a jugadores muy longevos en sus equipos, para los que la experiencia para manejar factores como la presión lo eran todo. «Aunque la cabeza no es determinante, es cierto que un futbolista que juega hasta a los 38 , seguramente tenga también unas características psicológicas especiales que le ayuden a alargar su carrera. En la medida en que un jugador va perdiendo facultades físicas, el que sepa mantener su capacidad de concentración, por ejemplo, hace que puedan suplir sus carencias físicas. Algo que ocurre también con la capacidad para manejar emociones, la seguridad y la confianza».

Da la sensación de que a Puyol no le faltaban ninguna de estas características psicológicas, pero, según declaró él mismo, no eran suficientes para compensar las exigencias físicas y mantener el nivel. Así que ya no veremos al gran capitán cumplir los 38 o los 40 sobre el césped… por lo menos del Camp Nou .