El racismo mancha la Copa Libertadores

Tinga entraba en el segundo tiempo en sustitución de su compañero Goulart, pero el partido se convertía en un calvario para él. Desde que el centrocampista de color pisara el césped, la afición peruana la tomó con un jugador que fue humillado. En las tribunas, una mayoría de seguidores del Real Garcilaso, equipo con solo cinco años de historia en Primera, no se cansó de gritar imitando el sonido de los monos cada vez que el brasileño tocaba la pelota.

El director deportivo de Cruzeiro, Alexandre Mattos, ha acusado a los aficionados que lanzaron los insultos de «cobardes» y ha afirmado que representan «un retroceso contra la humanidad». La actitud de los hinchas peruanos ha disgustado incluso a los enemigos más acérrimos del equipo brasileño. «Me quitaron el placer de ver perder al Cruzeiro en el campo», llegaba a manifestar Alexandre Kalil, presidente del Atlético Mineiro.

Y es que el fútbol brasileño se ha volcado con Tinga después de este triste episodio racista. Estrellas como Neymar han salido en defensa del jugador y le han mostrado su solidaridad a través de las redes sociales. «Estamos junto a Tinga», escribía en Twitter el delantero del Barcelona.

El Real Garcilaso se ha disculpado con Tinga. «Es algo muy triste. Pedimos disculpas al Cruzeiro y al jugador. Vamos a investigar todo porque Real Garcilaso es un equipo grande y no se le puede vincular con episodios de esta naturaleza», declaraba este jueves Fredy García, técnico del equipo peruano. La actitud de sus hinchas también fue rechazada por el capitán. Joel Herrera repudiaba esas manifestaciones racistas. «De madrugada regresando, lamentando y repudiando los actos de racismo. No al racismo, No más», escribía en su cuenta de Twitter.

El desagradable incidente racista ha llegado al máximo nivel institucional en ambos países. «Un país tan diverso como el nuestro y que fortalece su identidad, con todas sus culturas, no debe admitir reacciones racistas de ningún tipo», afirmaba Ollanta Humala, presidente de Perú, a través de su cuenta en Twitter. «Fue lamentable el episodio de racismo contra el jugador Tinga», manifestaba Dilma Rousseff, presidenta de Brasil a través de la misma red social.

El ministro del Deporte de Brasil, Aldo Rebelo, ha exigido a la Conmebol medidas «enérgicas» para combatir y castigar las actitudes racistas como la de la afición del Real Garcilaso. «En el año en el que el mundo entero se une para diseminar un mensaje contra el prejuicio durante el Mundial de Brasil, es inconcebible el comportamiento que vimos en Huancayo. Tinga tiene todo nuestro apoyo en la lucha contra el racismo, que, esperamos, será combatido con firmeza por la Conmebol», afirmó Rebelo.