SEGUNDA B

Segunda B, una categoría con el agua al cuello por los impagos

La dramática situación económica de la plantilla del Racing de Santander, que amenaza con no jugar la Copa, se repite en otros clubes de la división de bronce del fútbol español

Segunda B, una categoría con el agua al cuello por los impagos DIARIO MONTAÑÉS

JORGE ABIZANDA

Como lleva ocurriendo en enero durante temporadas, el fútbol español mira de reojo a la Segunda división B, asfixiada por las deudas. La dramática situación por la que atraviesa la plantilla y los trabajadores del Racing de Santander (cuyos jugadores amenazan con no disputar la ... vuelta de los cuartos de final de la Copa si antes no dimite el Consejo de Administración) saca de nuevo a la luz el drama de los impagos. Una triste realidad extendida en la categoría de bronce. En la última jornada de Liga, volvió a verse a futbolistas saltando al césped con pancartas para reclamar el dinero que se les debe, fotografía repetida año tras año. Pero el episodio más esperpéntico se vivió en el Noja-Burgos.

Enero es un mes maldito para la Segunda B. En los últimos años, Polideportivo Ejido, Sporting Villanueva o Sporting Mahonés se vieron obligados a bajarse en marcha de la competición asfixiados por las deudas, en algunos casos heredadas por sus directivos. El camino hasta la desaparición es siempre idéntico. Hartos de no cobrar, los jugadores abandonan el barco y los clubes se quedan sin jugadores para seguir disputando la competición.

Es la amenaza que se cierne ahora sobre equipos como el Noja. Las cuantiosas deudas que mantiene el conjunto verdiblanco con sus exfutbolistas le impiden fichar y actualmente solo cuenta con siete jugadores «profesionales», mínimo exigido por el reglamento para poder disputar un encuentro en la categoría. Una baja más condenaría al cuadro costero. Su presidente, Emérito López, afirma que tiene apalabrados refuerzos, pero su llegada es imposible si el conjunto cántabro no paga antes de febrero lo que debe. El tiempo se agota.

El pasado domingo, se vivió un espectáculo esperpéntico en La Caseta. Esa jornada, el Noja recibía en su estadio al Burgos después de que la directiva cántabra hubiera solicitado sin éxito durante la semana a los visitantes el aplazamiento del partido. Misteriosamente, el césped apareció ese día inundado, aunque el árbitro se negó a suspender un duelo. Las escenas de jugadores visitantes achicando agua bajo las amenazas de aficionados locales resultaron lamentables.

La expedición burgalesa denunciaba la nula colaboración del Noja mientras el propio Emérito López reconocía en declaraciones a la Cadena Cope que a su equipo le interesaba que el partido fuera aplazado.No lo consiguió porque comenzó una hora y media más tarde de los previsto y el equipo verdiblanco terminó perdiendo (0-3)

Los apuros del Laudio

La amenaza de desaparición es real también para el Laudio, cuya plantilla debutaba esta temporada en la categoría y ya acumula meses de retraso para cobrar sus nóminas. En el derbi ante el Amorebieta del pasado sábado, los jugadores y técnicos recurrieron al método de protesta habitual y saltaron al césped con una pancarta para denunciar su situación. «Cinco meses sin cobrar. Aski da (Basta ya)», se podía leer en ella.

Racing, exigencia de dimisión

Más drástica resulta la amenaza planteada por la plantilla del Racing de Santander. Cansados de los impagos y las promesas incumplidas, los jugadores exigían públicamente el pasado lunes la renuncia del Consejo de Administración del club, con su presidente, Ángel Lavín, a la cabeza. En caso contrario, anunciaron que no disputarán el partido de vuelta de la Copa del Rey ante la Real Sociedad, prevista para este jueves en El Sardinero.

Ourense y Real Unión de Irún

No son los únicos casos de equipos con problemas económicos en la Segunda división B del fútbol español. Jugadores del Ourense también reclaman el dinero que se les debe y la plantilla del Real Unión de Irún, junto con el equipo médico y el personal auxiliar, alertaban hace solo unos días en un comunicado de la delicada situación económica por la que atraviesa el club irundarra, que sigue acumulando impagos.

Balompédica Linense, un ejemplo

Pero en el desolador panorama en el que suele moverse la categoría de bronce del fútbol español, también aparecen entidades ejemplares en la gestión. Es el caso de la Balompédica Linense, cuya directiva acostumbra a pagar por adelantado a los futbolistas desde la llegada de Alfredo Gallardo a la presidencia del club decano del Campo de Gibraltar.

Segunda B, una categoría con el agua al cuello por los impagos

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