Brasil 2014: Alto riesgo en las sedes de España

La pelea, que comenzó en el primer tiempo, ocurrió durante un partido del Campeonato Brasileño entre el Atlético Paranaense y el Vasco da Gama, la liga de clubes más importante del país. Las cámaras muestran que había sólo seis vigilantes entre las dos hinchadas, que no estaban separadas por ninguna barrera de protección. La policía llegó después, para contener la furia de los hinchas. Y a pesar de la brutalidad y de cuatro hinchas gravemente heridos, trasladados al hospital en helicóptero, el árbitro prosiguió con el partido normalmente, que acabó con triunfo del Paranaense (5-1).

«Vi un muchacho siendo pateado y a otro pegándole en la cabeza con un palo. Le pedíamos que parara y nada. Es un ser humano», declaró emocionado el zaguero del Atlético, Luiz Alberto Oliveira, que participaba en el partido y lloró frente a las cámaras de televisión cuando explicaba los hechos. «Emocionalmente, estoy destruido por todo lo que vi», afirmó Vagner Mancini, entrenador del Atlético Paranaense.

234 muertos desde 1988

La violencia en los estadios brasileños no es nueva. Es un problema crónico que se arrastra sin solución desde hace más de dos décadas. Según el diario deportivo brasileño Lance, por lo menos 234 personas murieron desde 1988 en incidentes vinculados al fútbol, 30 de ellas este año.

La última muerte ocurrió hace dos semanas en un incidente también vinculado a un partido del Atlético Paranaense, esta vez contra Flamengo. La adolescente Luana Gonçalves Cordeiro, de 14 años, murió con un tiro en la cabeza en Pinhais, región metropolitana de Curitiba, una de las sedes en las que jugará la selección española en la primera fase del Mundial. El tiro fue dado por un vecino, furioso con un título perdido.

En el campo, el país que recibirá la Copa del Mundo tiene serios problemas con sus violentas barras bravas de fútbol, que ya mataron inclusive en el exterior. En febrero, durante un partido de la Copa Libertadores, en Bolivia, un hincha del Corinthians disparó un fuego artificial que mató instantáneamente a un adolescente boliviano.

La seguridad pública, dentro y fuera de los estadios, es una de las exigencias de la FIFA al elegir las sedes del Mundial, un problema que Brasil no resuelve. «Para la Copa del Mundo 2014 está implementándose un concepto de seguridad completo en una operación integrada entre autoridades de seguridad pública y privada para garantizar la seguridad de hinchas, jugadores y de cualquier otro actor envuelto en el evento», explicó la FIFA en un comunicado, después de condenar la violencia.

De hecho, el público que anima en el Mundial es muy distinto en Brasil al que acude a los partidos entre clubes. Lo que más le preocupa a la FIFA durante los días del Mundial es el rebrote de las protestas que sacudieron a Brasil en junio y julio pasado, que reclamaban contra el Gobierno pidiendo un patrón de excelencia en la infraestructura igual al de la FIFA. La población también reclamó sobre el evento, que considera un despilfarro.

En las tres ciudades por las que pasará la selección de española, los índices de violencia son especialmente altos. Salvador, donde se realizará el primer partido contra Holanda , ha visto el número de homicidios aumentar más de 200% en 10 años. Curitiba (partido contra Australia ), que ya fue conocida como un modelo de urbanismo, ha registrado un aumento de casi 84% en los homicidios, y Río de Janeiro ( contra Chile , en Maracaná), a pesar de haber disminuido drásticamente sus índices, aún registra cerca de 1500 homicidios al año.