El Barça brilla en las áreas

Lo gana todo, absolutamente todo, pero busca sin demasiada suerte su estilo, distorsionado y algo gris porque no se juega como antes. Contra el Rayo, un equipo que merece un prolongado aplauso por su valentía, el Barcelona se salvó en un primer tiempo irregular y se tranquilizó en la reanudación a base de goles, contrariado porque Valdés, que está en otro planeta, se irá el próximo verano porque así lo ha decidido. Mientras tanto, salva cada tarde a los suyos antes de que los atacantes hagan bien su trabajo como hizo ayer Pedro.

Fue una puesta en escena eléctrica con peligro por todas partes, un encuentro típico de barrio. Pudo marcar primero el Rayo con un cabezazo de Perea, aunque ahí estaba Valdés, descomunal en su enésimo paradón de este curso. Pudo marcar inmediatamente el Barcelona, aunque Neymar sigue disparando con miedo, incapaz de aprovecharse de la movilidad y las asistencias de Messi. El argentino encontró una autopista por el centro en Vallecas para surtir de balones a las alas y Pedro sí acertó pasada la media hora con un remate preciso.

Al Rayo, sin embargo, no le pesó ese tortazo y mantuvo intacta su idea, tan ambicioso que le ganó la posesión al Barcelona —no pasaba desde mayo de 2008— y movió la pelota con muchísima intención. Paco Jémez obliga a que se juegue desde atrás y le ganó metros al rival hasta el punto de vivir durante mucho rato en el campo del Barça, poco reconocible con un once en el que no estaban ni Alves, ni Busquets, ni Iniesta ni tampoco Alexis.

Con esta premisa, y haciéndolo muy bien, al Rayo se le iluminaron los ojos con un penalti de Adriano, pero Trashorras se asustó ante el monstruo que tenía en la portería . Valdés está tan bien que lo para todo y volvió a acertar como el miércoles ante el Ajax, los mejores guantes del momento.

La noche quedó cerrada al minuto de la reanudación con el doblete de Pedro , un gol definitivo que acabó por hundir al Rayo. El cuadro madrileño perdonó cuando pudo subirse a la ola y ya no hubo manera con el segundo gol del Barcelona, que le dio la tranquilidad que no tuvo antes.

Esta vez sí supo administrar la renta y controló la situación sin agobios, aliviado a medida que se encontraba con espacios. Neymar, imaginativo y vertical, lanzó un balón al palo y a falta de puntería optó por ser generoso y servir en bandeja el tercer gol a Pedro, que firmaba su primer triplete con el Barça .

Tanto valen esos aciertos como los de Valdés, el precursor de otra goleada rutinaria que acabó con otra intervención de mérito y con el brazalete de capitán para más honra. Ya sin tensión, Cesc redondeó el quinto triunfo consecutivo del Barcelona en la Liga, pleno de puntos para compensar las dudas que ofrece su juego. Donde no las hay es en las dos áreas. Ahí nunca falla.