Brasil seduce en su estreno

Neymar agitó el partido en un destello desde fuera del área. Se agenció una dejada de Fred después de un buen pase de Marcelo y golpeó el balón con propiedad de crack. El empeine perfecto, la dirección precisa y el balón a la escuadra de Kawashima, que se estiró de lo lindo sin éxito.

Fue el prólogo de un reencuentro de Brasil con sus fragancias. Un fútbol de toque, profundo, que busca y muerde la portería del rival. Laterales que penetran por las bandas, centrocampistas que tapan y combinan, delanteros que enseñan talento a raudales en cada arabesco. El Brasil de siempre compuso una hermosa sinfonía que sedujo a la hinchada local.

Al público le gustó lo que vio frente a Japón. Los nipones exprimieron su fútbol dinámico y de acción, pero aquello siempre pareció insuficiente ante la calidad de los brasileños. Hulk tuvo el gol en un par de arrancadas culminadas con la zurda. También Fred imaginó el 2-0 en un zarpazo antes del descanso. Japón exigió un par de veces al veterano Julio César y el resto de la primera parte lo dedicó a defender su portería .

De poco le sirvió ante la solvencia brasileña con el balón en los pies. Nada más arrancar el segundo acto, Dani Alves puso un brillante centro que Paulinho remató a gol conla colaboración del portero. Con el paso de los minutos brillaron los secundarios de Brasil, esa soberbia pareja de centrales (David Luiz y Thiago Silva), un eficaz dúo de conductores por el centro (Paulinho y Luiz Gustavo) y la elocuencia en el despliegue ofensivo de los laterales (los conocidos Dani Alves y Marcelo).

Los cambios que introdujo Scolari enfadaron al respetable y limitaron la acción de los brasileños. Jo consiguió el tercero en un gran desmarque en el minuto 90.