Ocho fracasos del fútbol europeo
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Ocho fracasos del fútbol europeo

El pésimo año del Inter de Milán, el ridículo europeo del Manchester City o la peor temporada de la historia del Sporting de Portugal

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El pésimo año del Inter de Milán, el ridículo europeo del Manchester City o la peor temporada de la historia del Sporting de Portugal

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  1. Inter de Milán

    La vida sin Mourinho es un tormento para el Inter de Milán, convertido el equipo en una trituradora de entrenadores porque nadie consigue escapar de la sombra de aquel triplete coronado con la Champions del Bernabéu. Este año el equipo italiano ha completado una temporada nefasta, lejísimos de la lucha por el título, también de Europa y completamente desnortado.

    La imagen de la aciaga temporada para el Inter es la Javier Zanetti, destrozado a sus 39 años al romperse el tendón de Aquiles. Un capitán hundido, igual que su equipo, que se parece muy poco a aquel conjunto que deslumbró a toda Europa con el sello de Mourinho. El descalabro se explica en parte por la descomposición de parte de la columna vertebral del equipo con las salidas de Pandev, Pazzini, Maicon y Córdoba en verano, también por el adiós en invierno del marginado Wesley Sneijder.

    Además, el mercado de fichajes ha resultado un negocio nefasto para el Inter, nada nuevo porque el equipo se ha ganado la fama de despilfarrador durante el mandato de Moratti. Casi todos los recién llegados han rendido por debajo de lo esperado, con las excepciones del sobresaliente Samir Handanovic en la portería y del notable Rodrigo Palacio como recambio de Pazzini.

    Tampoco han las lesiones. Diego Milito, El Príncipe, máximo goleador del equipo la pasada temporada, se rompió los ligamentos en febrero. Mes y medio después se lesionaba Zanetti, con el equipo en plena caída libre y el entrenador, Andrea Stramaccioni, en plan funambulista, siempre al borde del despido. Nada ha ayudado al Inter esta temporada, ni siquiera el talento de un Antonio Cassano extremadamente irregular.

    A pesar de todo, la temporada empezó bien para el Inter, que parecía un candidato con posibilidades de destronar a la Juventus en el primer tercio de la temporada. Un espejismo que se esfumó cuando los problemas se multiplicaron en una segunda vuelta calamitosa que ha conducido al equipo hasta la novena posición, por debajo del Catania, a 12 puntos de la Europa League y a 18 de los vecinos del Milán, que han marcado el listón para acceder a la Champions. En la Europa League tampoco funcionó el proyecto Stramaccioni, eliminado por el Tottenham Hotspur.

    La única alegría para el Inter ha sido menor: el equipo ha sido el encargado de acabar con la racha triunfal de la Juventus, rival eterno, que había enlazado 49 partidos sin perder en Turín hasta que llegó el Inter.

  2. Manchester City

    El ridículo europeo del campeón de la Premier League se ha llevado por delante a Roberto Mancini, señalado como primer responsable de una temporada inaceptable para el mastodóntico proyecto del Manchester City. El equipo del jeque Mansour fue incapaz de ganar un solo partido de la Champions League y ha acabado muy lejos del United en la carrera por el título.

    Los focos de media Europa apuntaban al Manchester City el pasado otoño, señalado el campeón inglés como una alternativa -a golpe de talonario- para plantar cara a los equipos alemanes y españoles. El equipo de Mancini no tuvo demasiada fortuna al quedar encuadrado en el grupo de los campeones junto a Real Madrid, Borussia Dortmund y Ajax, pero el fracaso fue mayúsculo porque los «citizens» fueron incapaces de lograr una sola victoria en seis partidos.

    En casa, el equipo de los Agüero, Silva, Yayá Touré, Gareth Barry, Tévez, Nasri, Clichy, Maicon y Javi García ha sido incapaz de aguantar el ritmo del Manchester United de Alex Ferguson, líder desde la decimotercera jornada de la Premier League. El «Kun» Agüero no ha sido el futbolista decisivo de la campaña pasada, resumen del rendimiento más que discreto de casi todo el equipo, a excepción quizás de Joe Hart, Pablo Zabaleta y Silva.

    El equipo logró, al menos, resistir en la segunda plaza de la Premier League por delante de Chelsea y Arsenal, pero la temporada acabó con sabor amargo por culpa de la derrota en la final de la FA Cup disputada en Wembley ante el sorprendente Wigan Athletic.

    La campaña se cerró con el despido fulminante de Roberto Mancini, lo que ha provocado un disgusto importante en la hinchada «citizen» por el fondo -Mancini siempre será un héroe por la Premier league- pero sobre todo por las formas: el club echó al entrenador dos partidos antes de acabarse el campeonato por no tener -según la versión oficial- una «visión holística» de la entidad.

  3. Arsenal

    Nadie esperaba demasiado del Arsenal de Wenger esta temporada, que se ha cerrado además para los «gunners» con cierto sabor dulce al conseguir el billete para la Liga de Campeones gracias a la cuarta plaza en la Premier League, pero nada es suficiente para tapar la octava temporada sin títulos para el club.

    Acostumbrado a renovarse cada verano, el disgusto del pasado mercado de fichajes fue mayúsculo para el Arsenal con la salida de Alex Song rumbo al Barcelona, pero sobre todo con la venta de Robin Van Persie al Manchester United. Adiós a la lucha por la Premier League. A pesar de las ventas el equipo parecía encontrar refuerzos de nivel con Podolski, Giroud y Santi Cazorla, otro español en un equipo en el que ya es referente Mikel Arteta.

    El inicio de la temporada fue titubeante: en la decimoquinta jornada los «gunners» ocupaba la décima plaza de la Premier, a quince puntos del United. Lo mismo sucedía con el resto de competiciones, especialmente en una Copa de la Liga en la que el Arsenal se marcó un partido memorable en la histórica goleada sobre el Reading (7-5) antes de caer ante el Bradford City de la tercera división del fútbol inglés.

    Por momentos pareció que Wenger tenía los días contados en su Arsenal, pero el equipo se refugio en la Premier League para escalar en pocas semanas hasta la lucha por la cuarta plaza, la última con billete a la máxima competición europea. En la Champions los de Wenger se estamparon contra el Bayern en Londres, aunque plantaron cara -más que Juventus y Barcelona- a los alemanes en Múnich.

    Aún así, con la eliminación en la FA Cup a manos del Blackburn Rovers, se consumó el octavo año consecutivo de la era Wenger sin títulos. «Me han acusado de no tomarme en serio la Copa, pero la he ganado cuatro veces», respondió el técnico francés, más nervioso que de costumbre, a las críticas de la prensa.

    El tramo final de la temporada resultó una carrera de fondo por la cuarta plaza, que no se decidió hasta la última jornada con final feliz para un Arsenal. Premio menor para un equipo relegado al segundo plano.

  4. Sporting Lisboa

    El tercer equipo de Portugal, el equipo del que saltó a la fama Cristiano Ronaldo se desangra. El Sporting de Portugal (o de Lisboa como muchos lo conocen todavía en España) ha completado una de las peores temporadas de su centenaria historia: por segunda vez el equipo no se ha clasificado para jugar en Europa.

    Un descalabro rotundo en todos los frentes para un equipo tremendamente inestable por el que han pasado esta temporada cinco entrenadores y dos presidentes. Nada le ha salido bien al Sporting, que lleva tiempo lejos de la primera línea del fútbol portugués, también del europeo, incapaz de ganarse el billete para jugarse la Champions League desde la temporada 2008-09.

    La inestabilidad recorre de cabo a rabo el club luso. Primero por los vaivenes de la plantilla por una nefasta política de fichajes durante los últimos lustros con las ventas de grandes jugadores a cambio de futbolistas de segunda línea comprados a precio de oro, como los casi nueve millones de euros que costó el brasileño Elías o los 6,5 millones que pagó el club al Atlético por Sinama Pongolle.

    El equipo, además, navega sin rumbo porque nadie lleva el timón: en cuatro temporadas se han sucedido nueve entrenadores y tres presidentes. La parcela económica también es un tormento para el Sporting: la temporada pasada el club gastó 42,5 millones de euros en salarios cuando sus beneficios operacionales (excluidos los traspasos) apenas fueron 40,8 millones. Unas cuentas insostenibles para la UEFA, que recomienda en el Juego Limpio Financiero que los equipos no gasten más del 70 por ciento de sus ingresos en salarios: el Sporting superó el 100 por cien. En abril el club consiguió al menos renegociar con los bancos su deuda a corto plazo, pero los interrogantes sobre su viabilidad no han desaparecido.

    El apartado deportivo también ha sido nefasto para el Sporting, mermado por la marcha de jugadores como Joao Pereira (Valenca), Matías Fernández (Fiorentina), Emiliano Insúa (Atlético), Izmaylov (Oporto) o Bruno Pereirinha (Lazio). Los «leones» comenzaron muy mal la campaña, con solo dos triunfos en los primeros trece partidos. El primer cambio en el banquillos, Vercauteren por Sá Pinto, tampoco funcionó y el Sporting cayó eliminado en la Europa League por Genk, Basilea y Videoton en la fase de grupos, por el humilde Moreirense en la Copa y sin opciones de luchar por la Copa de la Liga.

    La situación solo mejoró con la vuelta al banquillo de Jesualdo Ferreira, que ha sumado nueve victorias en los últimos diecisiete partidos de la liga portuguesa. A pesar de esa racha el Sporting ha acabado la temporada en séptima posición, el peor puesto de sus 106 años de historia.

  5. Milán

    La brillante segunda vuelta en la liga italiana no es suficiente para esconder otro año decepcionante para un Milán en crisis, incapaz de pelear contra la billetera de los grandes de Europa y superado por la Juventus, el equipo más potente de Italia.

    El pasado verano fue dramático para el Milán, despedazado con el adiós de ídolos como Nesta, Inzaghi, Gattuso, Zambrotta, Van Bommel o Seedorf. La delicada situación económica del equipo también obligó a vender a Thiago Silva y Zlatan Ibrahimovic al PSG, y Alexandre Pato al Corinthians durante el mercado invernal. Los cambios en la plantilla dejaron a la deriva al equipo y a Massimiliano Allegri, que ha vivido toda la temporada al borde del precipicio, especialmente por un primer tercio de la Serie A horrible con cuatro triunfos en once partidos.

    A partir del triunfo sobre la Juventus en San Siro, más el revulsivo de Mario Balotelli desde enero, el Milán fue creciendo. La estrella indiscutible de la temporada ha sido «Il Faraone», el pequeño Stephan El Shaarawy que se ha descubierto como una de las sensaciones de Europa. También han destacado Boateng, Montolivo y Mexes, mucho más que el desaparecido Robinho.

    El equipo de Berlusconi, en plena racha, se permitió incluso el lujo de soñar con eliminar al Barcelona en los dieciseisavos de final de la Champions después de vencer 2-0 en la ida. Sin embargo, la lógica se impuso con la goleada del Camp Nou. A pesar de la decepción el equipo no ha bajado los brazos en una segunda vuelta brillante en la Serie A, con solo una derrota, suficiente para asegurarse el tercer puesto del Calcio y conseguir billete para jugar la próxima Champions. El Milán nunca muere.

  6. Liverpool

    La historia exige mucho más al Liverpool, el equipo con más títulos de toda Inglaterra hasta la llegada de Sir Alex Ferguson al Manchester United. Anfield sufre porque ve a su equipo lejos de los mejores, incapaz de pelear por los trofeos.

    Una temporada de transición, nada de grandes alegrías, otra sin nada que celebrar para la afición del Liverpool. La celebrada llegada al banquillo de Brendan Rodgers no ha cambiado la cara -al menos por ahora- a este Liverpool que navega entre la clase media del fútbol inglés.

    El inicio de la temporada fue para olvidar, sin victorias en los cinco primeros partidos de la Premier League: derrotas en Anfield ante Arsenal y Manchester United incluidas. En la decimocuarta jornada el equipo miraba incluso más de cerca los puestos de descenso que el billete a Europa, incapaz de adapartse el equipo al esquema de Rodgers.

    Diciembre fue el punto de inflexión para el Liverpool, que comenzó a escalar posiciones en la Premier League mientras Anfield encontraba un par de motivos para ilusionarse. Como Luis Suárez, el histriónico delantero del Liverpool que ha marcado una treintena de goles esta temporada pero, a la vez, ha sumado más tarjetas que nadie y se ha visto envuelto en mil polémicas, como el mordisco a Ivanovic que le ha supuesto una sanción de diez partidos y quizás, el principio del fin de su relación con el club.

    La primera plantilla ha comenzado a inundarse a jugadores de la academía de la que un día salieron el capitán Gerrard o Jamie Carragher. Todos miran a Raheem Sterling, 18 años, internacional con la selección inglesa y ya un fijo por la izquierda esta temporada con Rodgers. También intentan ganarse un hueco Andre Wisdom y el español Suso, que aterrizó en Anfield en 2010 procedente del Liverpool con solo 16 años. Además, el club parece haber acertado en tres fichajes: Joe Allen, Philippe Coutinho y Daniel Sturridge.

    Al final, han pesado más los varapalos que las pequeñas alegrías porque el equipo se despidió muy pronto de la FA Cup ante un tercera, dijo adiós a la Copa de la Liga ante el Swansea City, fue eliminado en la Europa League por el Zenit en treintaidosavos y, sobre todo, porque ha finalizado la temporada en la séptima posición de la Premier League, por detrás del Everton. Para Bill Shankly -«El Everton juega tan mal, que si jugasen en el jardín de mi casa correría las cortinas para no verles»- sería un fracaso mayúsculo.

  7. Roma

    Las expectativas eran tan importantes al comienzo de la temporada que el tropiezo ha sido notable para la Roma, que ha acabado la campaña sin títulos ni billete para jugar en Europa el próximo curso. El equipo llegó a la final de la Coppa, sí, pero perdió ante el Lazio en la derrota más amarga del año.

    El conglomerado estadounidense que maneja a la Roma no ha revitalizado lo esperado a la Roma. Quedó patente en el pasado mercado de fichajes, cuando el club realizó unas contrataciones discretas y dejó salir a jugadores como Cicinho, Fabio Borini o Gabriel Heinze. El balance fue positivo en lo económico, pero nada destacable en lo deportivo: la estrella iba a ser el bohemio Zdenek Zeman.

    La llegada del técnico checo provocó un terremoto en el vestuario. Zeman castigó a Stekelenburg, Pablo Osvaldo e, incluso, Daniele De Rossi con la suplencia. Al principio la situación fue manejable porque el equipo más o menos rendía sobre el césped: en el segundo partido la Roma ganó 1-3 al Inter en Milán. Luego la mística, y la excelente forma de Totti, mantuvieron a Zeman en el banquillo: el equipo romano jugaba bien, pero casi siempre se veía obligado a remontar, dejándose un enorme puñado de puntos por el camino.

    Una racha pésima al principio de 2013, cinco partidos consecutivos sin sumar una victoria, acabó por condenar a Zeman. El proyecto había saltado por los aires. La directiva nombro técnico a Andreazzoli, que llegó al club años antes como asistente de Spalletti y mejoró levemente la cara del equipo devolviendo al once a Stekelenburg, Burdisso y Daniele de Rossi.

    La temporada acabó con sabor muy amargo para la Roma al acabar la liga en sexta posición, sin billete para jugar competiciones europas pero, sobre todo, por la derrota en la final de la Coppa ante la Lazio en el gran derbi del año que, además, ha provocado otro socavón en el vestuario por el enfrentamiento de Osvaldo con el entrenador.

  8. Anzhi

    El balance de la temporada solo puede ser negativo para el Anzhi Makhachkala. El equipo ruso que paga una fortuna a Eto'o, fichó el pasado verano a Lass Diarra, tiene como entrenador a Guus Hiddink y ha contado este año con Roberto Carlos como director deportivo se va de vacaciones sin levantar un solo título, desplazado a la tercera posición del campeonato ruso.

    El capricho de Suleiman Kerimov, entre las 20 fortunas más importantes de Rusia, número 162 en la lista de los más ricos del mundo que publica la revista Forbes, no funciona. El Anzhi ruso sube un escalón temporada a temporada, pero sigue sin levantar un título.

    La temporada empezó muy bien, casi impecable para un Anzhi candidato a todo a la vista de su presupuesto de 30 millones de euros, nada que envidiar a la clase media del fútbol europeo. En la décima jornada el equipo era líder gracias al notable rendimiento de la dupla Traoré-Eto'o, pero todo se vino abajo en una horrible recta final: en los últimos once encuentros el conjunto de Hiddinki sumó cinco derrotas, tres empates y tres victorias, lo que desplazó al equipo a la tercera plaza, sin opciones de jugar la Champions.

    El equipo volvió a jugar en Europa, pero su rendimiento fue muy irregular en la Europa League. Llegó a ganar a Liverpool y Udinese en casa, pero empató contra el Young Boys suizo en el último partido de la fase de grupos. El equipo cayó finalmente en dieciseisavos de final ante el Newcastle, incapaz de marcar un solo gol en 180 minutos de eliminatoria. Tampoco arreglo el año la final de la Copa: el Anzhi perdió ante el CSKA de Moscú. Una temporada demasiado discreta para la fortuna de Kerimov.

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