Final Copa del Rey: El Atlético prolonga la fiesta en Neptuno

La comitiva rojiblanca ha partido del Vicente Calderón empujada por el aplauso de dos millares de atléticos, pero, a diferencia de ocasiones precedentes, se ha saltado la tradicional parada en la catedral de la Almudena y no ha habido ofrenda del título a la patrona de Madrid. Jugadores, cuerpo técnico y dirigentes sí han realizado as protocolarias visitas institucionales a la sede de la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento, pero la fiesta ha estallado en la Plaza de Neptuno, teñida de rojiblanco desde horas antes. Recibidos al grito de «si, sí sí, la Copa ya está aquí», el encuentro multitudinario con sus fieles ha metido definitivamente en ambiente a los futbolistas, que han estado acompañados por una representación de la sección de balonmano.

Cristian Rodríguez ha sido el primero en soltarse al encender una bengala cuando el autobús descapatoble que trasladaba a los campeones realizaba la vuelta de honor a la fuente de Neptuno. La fiesta se ha desatado y los jugadores han recibido el cariño de sus incondicionales cuando han sido presentados uno a uno sobre el escenario montado alrededor de Neptuno.

Al grito de «Madrid entera se siente colchonera», han comenzado los habituales discursos. El primero el de Gabi. El capitán ha dedicado la Copa a la afición colchonera, a la que ha agradecido su comportamiento. Es una ilusión levantarme cada mañana y poder defender estos colores», ha afirmado el centrocampista entre aplausos.

A continuación ha tomado la palabra Simeone. «Lo mejor que tenemos los atléticos y los jugadores que están aquí es que nunca han dejado de creer. Después de 14 años de espera, hemos aparecido en el mejor partido: en una final y en el Bernabéu», ha manifestado el técnico en referencia a la final de Copa ganada este viernes al Real Madrid en su estadio.

El momento culminante de la fiesta ha llegado cuando Gabi ha vestido de rojiblanco a Neptuno, el Dios del Atlético. El capitán le ha colocado una bandera a modo de capa y ha anudado una bandera en su tritente. Un acto que ha puesto el punto y final a la fiesta colchonera.