LIGA DE CAMPEONES | SEMIFINALES
El Bayern destroza al Barcelona
Los alemanes abusan de un equipo vulgar y rozan la final de Wembley después de una exhibición en Múnich (4-0)
El Bayern destroza al Barcelona
Sant Jordi nunca se le ha dado bien al Barcelona, penalizado en Múnich de forma preocupante y con una hemorragia muy difícil de controlar. Sant Jordi se le atragantó en Baviera y ya sólo queda fabricar un nuevo milagro para soñar con la final de ... Wembley, lejísimos por el resultado y por el cómo. El Bayern tiene una renta que es un tesoro (4-0) y de momento ha exclamado al mundo entero que es más que nadie, mucho más, desde luego, que este Barça al que ni siquiera le consuelan los errores del árbitro. [Así lo hemos contado]
Su actuación en tierras germanas fue penosa y falló todo, desde Tito Vilanova hasta el mismísimo Leo Messi. No se recuerda una actuación tan lamentable y ese 4-0 reabre el debate sobre el recorrido de este equipo. Al Barcelona no le da, está clínicamente muerto en esta Champions.
Lleva un tiempo perdido en Europa, demasiado frecuentes sus paseos al borde del precipicio. Se mantiene en la cornisa de muy mala manera y únicamente le salva el crédito del pasado, menor ante el Bayern de Múnich durante toda la noche, sensación más dramática que la de San Siro en los octavos de final.
Lo mejor es que tiene otra noche para reaccionar y escribir la mayor de las gestas, pero la realidad es que ha llegado demasiado justo a la fase decisiva de la temporada, espeso y cada día más nostálgico del mejor Messi. El argentino suele ser quien marque el estado de ánimo del equipo y, por muchas ganas que tuviera de jugar, su actuación fue tan pésima y denunciable que el personal se contagió por inercia, el Barça fue de todo menos el Barça.
Se asustó en el Allianz Arena, un escenario majestuoso que se preparó como la cita merecía. Hubo mosaico, se entregó la afición y el Bayern devolvió el cariño de su gente con un ejercicio notable. Desde el principio, asumió la responsabilidad y el favoritismo que se le concedió en la previa y dio la razón a todos los que le definen como el equipo del momento, mérito de Jupp Heynckes por mucho que se le haya entregado la carta de despido para que Pep Guardiola le releve el próximo verano.
Hasta entonces, a Heynckes le corresponden los piropos y anoche dibujó un partido impecable, dignísimo en todos los conceptos y netamente superior en lo físico. En los primeros 45 minutos, el Bayern ahogó a un Barcelona que salió en pijama y que dio gracias de que el castigo no fuera mayor que ese 1-0.
Sucedió de forma previsible y a nadie le sorprendió cómo sucedieron los hechos. Al minuto, Valdés ya tenía la parada de la eliminatoria al despejar un remate de Robben, tan egoísta como siempre ha sido ya que dos compañeros esperaban la asistencia del holandés para empujar la pelota.
El susto atenazó a los azulgrana y apenas había luces en la zona de creación, extrañamente vulgar en estos tiempos. Salvo Iniesta, el mejor junto a Pedro, el Barcelona no daba la talla y ni siquiera la excusa del campo y los charcos artificiales que armó el Bayern para que el balón no circulara servía. El Barça desentonaba y todavía peor le iba en las alturas.
Al Bayern se le reconoce por la bandera alemana, aunque sea el menos alemán en cuestión de estilo. Pero siempre le quedará el poderío aéreo y en las alturas se resolvió la pelea, muy descompensada porque sólo Piqué sumaba centímetros. Le acompañó Bartra en el eje de la zaga y Tito Vilanova alteró el plan para marcar al hombre, medida a la desesperada y poco eficiente en la práctica.
En el desorden, el Bayern tuvo el premio que merecía al rematar Muller con la cabeza en el segundo palo después de una entrega de Dante y además reclamó dos manos evidentes dentro del área. Lo dicho, nada mejor que el 1-0 después.
Peor sería lo de luego. La reanudación confirmó la diferencia entre los contendientes y el conjunto bávaro arrasó con todo en un inicio efervescente, un ejército de hombres a la carrera que intuyó una herida abierta en el corazón de su rival.
Mario Gómez, en fuera de juego, cazó un gol cantado en un saque de esquina y al Barcelona se le empinaba aún más la cuesta. Tuvo cinco minutos de agitación cuando le vio las orejas al lobo, pero se descuidó de proteger la cueva y Robben, una flecha como Ribery en las dos direcciones del campo, enloqueció con el tercer tanto. Aquí también protestaron los catalanes ya que Muller hizo una falta clarísima a Alba, un bloqueo de baloncesto en toda regla.
Para culminar la debacle, Muller firmó el cuarto, significativo el resultado porque los 4-0 tienen mucho significado en el Camp Nou. Ahora queda que el entorno levante a sus jugadores, pero no da la sensación de que haya vida en ese grupo. El Bayern le aparta del tren de la Champions.
Noticias relacionadas
- Piqué: «Nos han dado un repaso»
- Roura: «El árbitro no ha estado bien, pero el Bayern ha sido superior»
- El Barça protesta por tres goles del Bayern
- Jordi Alba se perderá el partido de vuelta
- Heynckes: «Estamos contentos, pero quedan noventa minutos»
- Robben califica la victoria de «increíble» y Rummenige de «sueño»
- Otro 4-0 trágico para el Barcelona
- Narración y estadísticas
- Fotogalería: las mejores imágenes del partido
Ver comentarios