La violencia vuelve a avergonzar al fútbol inglés

El episodio en Newcastle se produjo solo un día después de que once seguidores del Millwall, de la Segunda división inglesa, fueran detenidos por causar disturbios en el estadio de Wembley durante la semifinal de la Copa de Inglaterra (FA Cup) que perdieron ante el Wigan, en los que resultaron heridos cuatro policías.

Sin embargo, los incidentes más graves del fin de semana tuvieron a Grecia como escenario. El partido entre el AEK Atenas y el Panthrakikos, en el que los puntos eran vitales para evitar el descenso, tuvo que ser interrumpido cuando aficionados locales invadieran el campo para agredir a sus propios futbolistas. La invasión se produjo cuando el Panthrakikos se adelantó en el marcador (0-1) en el minuto 87 del partido, con un autogol de los atenienses. La policía griega se vio obligada a disolver la revuelta con gases lacrimógenos en el propio césped.

Los incidentes ocurridos en Newcastle comenzaron en el centro de la ciudad después de que el conjunto de Alan Pardew perdiera el derbi ante el Sunderland (0-3). Un grupo de aficionados lanzó botellas, quemó papeleras y se enfrentó en una estación de tren a los agentes de policía que trataban de mantener el orden. El club ha lamentado el «comportamiento de una minoría que se hacen llamar aficionados y que estuvieron envueltos en los disturbios. La actitud deplorable de esos individuos no tiene cabida en el Newcastle», según ha señalado en un comunicado.

«El club tomará las medidas más duras posibles contra aquellos que estuvieron envueltos en esos incidentes y prohibirá la entrada de por vida a quienes que sean hallados culpables», añade el Newcastle.

El secretario de Estado de Deportes británico, Hugh Robertson, se mostró por su parte «sorprendido y decepcionado» por el nuevo capítulo de violencia en el fútbol inglés. «Nunca se termina del todo. Hemos alcanzado fases en las que la hemos erradicado, pero hay que estar continuamente atentos», comentó Robertson, para quien, sin embargo, «cualquier sugerencia de que esto es una vuelta a los malos tiempos de las décadas de 1970 y 1980 está equivocado».

«Las primeras explicaciones apuntan a que esto sucedió por una combinación de exceso de alcohol, tiempo caluroso y una gran cantidad de estupidez por parte de los aficionados», apuntó el secretario de Estado. Según el Newcastle, propiedad del empresario británico Mike Ashley, la violencia de los hinchas «avergüenza al club y a la mayoría de sus aficionados, que se comportan adecuadamente y respetan la ley».

También el Millwall lamentó los incidentes provocados por algunos de sus hinchas en la semifinal de la FA Cup en el estadio de Wembley. Unos altercados que se iniciaron después de que el Wigan marcara el segundo gol y que provocaron heridas a cuatro policías. La Federación inglesa ha explicado en un comunicado que, en colaboración con la Policía, está «investigando las escenas de violencia esporádica y altercados» registrados en Wembley entre aficionados del Millwall. Ha agregado que se presentarán cargos contra los responsables y se les impedirá que acudan a campos de fútbol.

La directiva del Millwall, club asociado en el pasado con el «hooliganismo», también ha anunciado que vetará la entrada al campo a cualquier aficionado responsable de actos de violencia, a los que el presidente del club, John Berylson, calificó como «unos pocos idiotas».