Las lesiones castigan al Barça en el peor momento

El Barcelona logró un valioso empate en París (2-2), pero salió del estadio con el rostro contrariado. La igualada de Matuidi llegó en el descuento, hecho que dejó a los de Tito Vilanova tibios pese al buen resultado. El gol del pulmón del PSG, fruto de un disparo que tocó en Bartra y que Valdés no pudo atajar, obligará a los azulgranas a emplearse a fondo el próximo miércoles en el Camp Nou para meterse en su sexta semifinal consecutiva. Lo peor es que lo tendrán que hacer sin Mascherano, sancionado y baja para seis semanas por lesión, y muy posiblemente sin Messi, que fue sustituido al descanso por problemas musculares.

De haber mantenido el 1-2, las ausencias de los argentinos para la vuelta habrían dolido menos. Los dos jugadores físicamente más fiables de la plantilla se lesionaron en la ciudad de la luz, donde los aficionados culés vieron –entre rejas, por cierto– cómo su equipo pagaba un alto precio por unas tablas cedidas a última hora.

Messi situó el 0-1 y minutos después, al borde del descanso, estuvo a punto de meter el segundo. Justo ahí se llevó la mano al muslo derecho, miró al banquillo, donde Tito Vilanova y Juanjo Brau, entrenador y recuperador respectivamente, se preocuparon con razón. La exploración inicial en el vestuario indicó una lesión en el bíceps femoral, el músculo maldito del vestuario del Barça. A falta de las pruebas que confirmen el alcance exacto de su lesión, todo apunta a que la Pulga sufre una rotura muscular y que se va a perder la vuelta frente al PSG. La preocupación estriba en si podría jugar la hipotética semifinal.

La baja de Messi trastoca los planes del Barça porque es el mejor, no porque no haya delanteros capaces de ocupar su lugar en el once. La semana que viene la producción ofensiva dependerá de los Iniesta, Xavi, Villa, Cesc y Pedro; igualmente toda una amenaza para el PSG. Sin embargo, la ausencia de Mascherano es muy sensible por una cuestión de efectivos. El ex del Liverpool vio una amarilla que le aparta de la vuelta, pero va a estar seis semanas de baja por culpa de una rotura en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Mala suerte para el 14 azulgrana, que aterrizó en Barcelona en 2010 y no se había lesionado nunca hasta ayer.

Un año más, el Barça llega al tramo final con la defensa descompuesta. Sin Mascherano, Puyol ni Adriano las opciones naturales para acompañar a Piqué en el eje de la zaga se reducen a Bartra, cuyo papel ha sido testimonial hasta el momento, y Abidal, que aún no ha debutado esta temporada. En el cuerpo técnico son reacios a jugársela con el francés, que se muere de ganas de ayudar al equipo. Por otra parte, retrasar a Busquets condiciona todo el sistema, mientras que Song no ha rendido decentemente cuando ha actuado atrás.