Deportes - Fútbol
Un problema en el costado derecho de la selección española
Los dos últimos tropiezos han venido propiciados por errores de los laterales diestros, pero no se ven alternativas válidas
Álvaro Arbeloa es un buen tío. Todo el mundo lo sabe. Se calienta rápido en las redes sociales y cuando se le critica salta rápido, pero en su entorno se habla muy bien de él. El caso es que, aunque nadie lo diga abiertamente, todos lo cuchichean: hay un problema en el lado derecho de la zaga española, como lo demuestra el hecho de que en los dos últimos encuentros ambos goles vinieron por ahí.
Ante Francia en el partido de ida, Juanfran, que había sustituido a un lesionado Arbeloa, intentó un túnel a un rival en el medio campo. Era el último minuto, le robaron el balón y la contra pilló tan descolocada a la zaga española que nos marcaron el gol del empate. De aquellas aguas estos lodos, mucho más cuando un descuido posicional de Arbeloa nos costó el gol de Finlandia, como bien le dijo Piqué, por mucho que el madridista se rebotara.
No es culpar a nadie porque el fallo defensivo fue colectivo, pero sí que esa zona está peor cubierta que otras. Por ejemplo, en el lado zurdo, Jordi Alba ofrece mucho más: ataca, llega a la línea de fondo, crea peligro, centra, marca goles. En el otro lado, Arbeloa solo defiende y este año mal. En la pasada Eurocopa dijo que no concedía una entrevista a un periodista porque había escrito que cuando llegaba a tres cuartos de cancha con el balón en los pies no pasaba nada. Se enfadó, pero la verdad es que no pasa nada. Da media vuelta y se la da al compañero más cercano, en horizontal o hacia atrás, pero ni intenta un regate ni entrar hasta el fondo.
El problema para Del Bosque es que no hay laterales, pero no es una cuestión de España, es que hay pocos laterales en el mundo. Como muestra, ver que el mejor es Lahm, que tiene mil años. En España se mira el horizonte y no se ve nada mucho mejor que Arbeloa que, cuando está bien, es una garantía de cierre, pero cuando está mal...
