Miccoli y el pendiente confiscado a Maradona

Bandera del Palermo durante las últimas seis temporadas, más pequeño todavía que Leo Messi, «el Romario del Salento» atesora un talento inmenso que exhibe especialmente a balón parado y, sobre todo, en los partidos contra los grandes, los mismos que le descartaron por su irregularidad. A sus 33 años Miccoli se pasea por los campos en la parte final de su carrera con la sensación de que podría haber sido un jugador de primera línea, al estilo de lo que sucede con Valerón en España. Que Miccoli no es un futbolista al uso queda demostrado, por ejemplo, por las lágrimas que derramó sobre el césped cuando marcó un gol al equipo de de sus amores. El capitán llorando por marcar un gol , una estampa que traspasó fronteras hace dos años.

Miccoli, que tiene tatuada en su pierna derecha la figura del «Che Guevara» , tiene por ídolo a Diego Armando Maradona. Una pasión que jamás ha ocultado y que le llevó en 2010 a enviar a una mujer a la subasta de un pendiente confiscado al argentino por la guardia de finanzas italiana por sus problemas con la hacienda pública. La puja sorprendió desde el primer minuto porque se pagaron 25.000 euros , un precio muy superior al valor real del pendiente. Miccoli quería evitar que cayese en las manos equivocadas y se hizo con él a toda costa.

El caso es que Maradona, confiado con poder arreglar su millonaria deuda con el fisco, ha regresado a Italia para animar a su querido Nápoles en su lucha por el título. Entre las preguntas sobre el calcio, Messi y demás se coló el nombre de Miccoli. «Es un gran jugador y le doy las gracias por haber cogido mi pendiente, fue un gesto muy bonito» , explicó un Maradona recibido como un rey en Nápoles. Miccoli, concentrado con su equipo, no pudo acudir al encuentro con el argentino, pero no tardó en responder. «Estoy realmente emocionado por las bonitas palabras de Maradona. Nunca he ocultado que para mí es el mejor jugador de todos los tiempos y una referencia por la que tengo el mayor respeto. Haré todo lo posible para reunirme con él y devolverle su pendiente», ha explicado Miccoli que, por fin, podrá conocer en persona a su gran ídolo. Los capitanes también tienen fetiches a los que adorar.