Así fue el fallo de un mecánico que estuvo a punto de arruinar la carrera de Alonso en Arabia

Lo primero que hizo Alonso nada más bajar del podio y conocer su inesperada sanción, la que le dejaba sin ese tercer puesto, fue preguntar el motivo. Al enterarse de que había sido por culpa del error de un mecánico, fue hacia el garaje, buscó a esa persona y le dio un abrazo. Un gesto que engrandece al asturiano y que hace más sólida la relación entre el piloto y los trabajadores de Aston Martin.

La de Fernando Alonso en Arabia fue una salida magnífica. Una gran reacción cuando se apagó el semáforo, buena tracción de su Aston Martin y primera posición en la primera curva. Alegría que le duró al asturiano apenas unos giros más, pues pronto apareció el cartel que anunciaba una investigación acerca de su posición en la parrilla.

Como pudo verse poco después, el español había situado su monoplaza algo escorado a la izquierda de las marcas que señalan el lugar la parrilla. Un error poco habitual en él -que ya le ocurrió a Ocon en Baréin- y que estuvo a punto de arruinar su carrera. «Hice un error, así que tuve que correr más para solucionar ese error», decía el asturiano justo al acabar la carrera, ajeno al problema que aún se le vendría encima.

La investigación sobre el fallo de Alonso duró poco, porque el error era manifiesto. Se pudo ver en las imágenes ofrecidas poco después, tanto desde el vehículo del español como en la cámara de Sainz, el monoplaza situado justo detrás. Un error de cálculo que le costó cinco segundos.

La buena noticia para él fue que en la vuelta 18, su compañero Stroll tenía que parar su monoplaza por un problema mecánico, lo que provocó la salida del coche de seguridad. Eso lo aprovechó el asturiano para entrar en boxes y cumplir la sanción, evitando males mayores.

La ventaja de más de siete segundos que había acumulado respecto a Russell hizo que el Aston Martin pudiera retomar la carrera por detrás de Pérez, como hasta ese momento. Lo que no sabía entonces y nadie se percató en ese momento es que uno de sus mecánicos, el que tenía que levantar el monoplaza con el gato trasero, había tocado el Aston Martin antes de tiempo, por lo que la sanción cumplida no era válida.

Alonso retomó la carrera como si nada, porque nadie le advirtió. De hecho, se mantuvo tranquilo en esa tercera posición sin exprimir su monoplaza más de lo necesario. Solo lo hizo al final, cuando desde el equipo le dijeron que podía haber algún problema con el castigo que se había cumplido vueltas atrás. No hubo tiempo para mucho más, aunque sí que cruzó la meta cinco segundos por encima de Russell. Insuficiente, pues la sanción impuesta por el error de su mecánico fue de diez segundos.

La cuarta posición momentánea no amargó a Alonso, pero espoleó a Aston Martin, que apeló y encontró consuelo en la FIA, que repartió justicia y devolvió al español su podio 100 en el Mundial de Fórmula 1. Anhelo que persiguía desde hace años y que ya deberá esperar.