Madrid aún no existe

En la parte sórdida está el hecho de que Joan Fontseré, exdirector del circuito de Barcelona-Cataluña, está trabajando para Deloitte, para revelar los carencias de Montmeló y ayudar a Madrid en su candidatura. Fontseré, independentista y cercano a Junts, cesado por Esquerra, está resentido con el actual Govern y pretende dejarlo en evidencia consiguiendo que el Gran Premio se traslade a Madrid, aunque sea al precio de dejar a Cataluña sin una de sus grandes atracciones.

Deloitte también ha buscado la colaboración de Josep Solà, exdirector general del Patrimonio de la Generalitat, igualmente de Junts y cesado por Esquerra. Solà no está tan resentido con los republicanos como Fontseré, pero está más necesitado de dinero y dispuesto por lo tanto a hacer cualquier cosa. Son las miserias cantonales de una región en decadencia. Barcelona -Félix de Azúa lo dice- no es un París en pequeño sino una Narbona en grande.

Noticia Relacionada

Madrid va muy en serio con la F1: se está cocinando mucho más que una carrera

Stefano Domenicali, presidente y consejero delegado de Fórmula 1, mantendrá su contrato con Barcelona hasta 2026 y es consciente de la dinámica ascendente del circuito catalán, que pasa por uno de los mejores momentos en su historia. La gestión ha mejorado significativamente en los últimos tiempos, así como la relación entre ambas partes. Aunque aún no tiene sobre la mesa una propuesta para el Gran Premio de Madrid, sí conoce su intención de presentarla. Todo apunta a que Madrid, a diferencia de Valencia, no se conformaría con un circuito efímero, y quiere construir uno clásico y estable, cuyo precio no estaría en ningún caso por debajo de los 400 millones de euros, siempre con capital privado.

Tal iniciativa tiene sentido para una administración pública, por los múltiples retornos indirectos. Pero de ninguna manera puede resultar rentable para un inversor privado, porque no genera un retorno en ingresos directos que permita amortizar una inversión de esta naturaleza. Aunque Ifema, como Fira de Barcelona, son entidades privadas, cuentan con el apoyo de grandes subvenciones públicas. Concretamente Ifema recibe muy notables ayudas de la Comunidad de Madrid.

Pese a las traiciones internas, el Circuito de Barcelona-Cataluña, que lleva 33 años acogiendo el Gran Premio, tiene blindada la Fórmula 1 hasta 2026 y la voluntad de quedársela indefinidamente. En los próximos meses habrá que ver si la propuesta de Madrid es un bluf o puede competir en condiciones con la catalana.