La reacción de Alonso a lo sucedido en Austin, donde sufrió un espectacular accidente y acabó sancionado

Cuatro horas después de la meta, y pese a que inicialmente las revisiones técnicas habían dado como completamente legal el estado del Alpine, sancionaron al español con 30 segundos por ir durante varias vueltas con el retrovisor colgando antes de que saltara por los aires.

Eso le costó caer de la zona de puntos, por lo que el titánico esfuerzo de conducir con el coche seriamente tocado no sirvió para nada.

Antes de conocer lo desproporcionado del castigo (a George Russell, que embistió a Carlos Sainz y le hizo abandonar, solo le metieron 5 segundos), Alonso acabó hundido. Primero, físicamente por la soberana paliza que supone esa caída y después mentalmente por el varapalo que supone verse fuera de la zona noble por una disquisición técnica que, además, inicialmente le habían pasado por alto.

Así lo demuestra en un mensaje en instagram que colgó con un resumen de las fotos del fin de semana, incluida una con Brad Pitt, que estuvo en Austin para comenzar su trabajo para la próxima película sobre el campeonato. Como en los tiempos más duros de su carrera, Alonso tiró de la filosofía samurái que tanto admira.

«Un samurai debe permanecer tranquilo en todo momento incluso en la cara del peligro. Gracias Austin, has sido muy amable con nosotros», escribió. La primera foto de la publicación, en la que aparece sentado con las manos en las rodillas totalmente destrozado, es la base de su reacción.

La próxima cita del campeonato es este mismo fin de semana, en México, donde Alonso buscará revancha. Los comisarios (especialmente los técnicos) serán mirados con lupa.