fórmula 1 - GP japón
De Lawson a Kvyat, la lista de víctimas que deja Verstappen en Red Bull
La escudería energética despidió a Lawson, 'Checo' Pérez, Gasly, Ricciardo o Albon por no llegar al nivel del campeón
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Iniciar sesiónDesde hace años en Red Bull se han juntado el hambre con las ganas de comer. Una dirección de equipo inflexible que roza la crueldad y un piloto, Max Verstappen, que convierte su insaciable ambición en objetivos y títulos, el pan de cada día. El ... holandés siempre gana, destroza a sus compañeros de equipo, los tritura en la tabla de tiempos, el medidor oficial de las capacidades de los pilotos siempre es el vecino de garaje, según la norma no escrita de la Fórmula 1. Verstappen machaca y Red Bull despide.
En los últimos tiempos, varios pilotos han abandonado la escudería con el finiquito por no alcanzar el nivel que exhibe el cuatro veces campeón. Liam Lawson, 'Checo' Pérez, Pierre Gasly, Daniel Ricciardo, Daniil Kvyat o Alexander Albon han dejado Red Bull por la puerta de atrás. El nuevo inquilino de esta sala de torturas es el japonés Yuki Tsunoda, que debuta este fin de semana en el gran premio de su país como acompañante del terrible Max.
Por la talla suprema de Verstappen, Red Bull ha reducido a los segundos pilotos a teloneros con fecha de caducidad. Ya es una criba mental alcanzar el coche pata negra campeón de los últimos cuatro Mundiales, y cuatro más con Vettel de 2010 a 2013. Los aspirantes suelen ser jóvenes pilotos que superan un plan de adiestramiento en modo marine americano, siempre al límite en el plano de la salud mental en la escuela formativa que tiene la escudería en Austria.
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Por allí han pasado los españoles Carlos Sainz y Jaime Alguersuari, y una lista extensa de pasajeros de la F1. Klien, Speed, Bourdais, Kvyat, Gasly, De Vries, Ricciardo o el último ocupante del asiento caliente, el neozelandés Liam Lawson.
Lawson fue despedido la semana pasada y sustituido por Tsunoda después de solo dos carreras, un tramo insuficiente para calibrar la rentabilidad a futuro. Ni el fútbol concede tan poco margen a los entrenadores. Lawson ha comprobado lo desalmada que puede ser la F1, encarnada en Red Bull. Ayer ya corrió para el filial, Racing Bulls (antiguo Toro Rosso).
A modo de justificante del despido, Chris Horner ensayó con una frase poco afortunada: «A veces hay que ser cruel para ser amable». Versión moderna del viejo látigo refranero según el cual, la letra con sangre entra. Por las buenas o por las malas, esto es lo que hay. Horner adujo en Suzuka, donde los McLaren siguen siendo los coches más rápidos, que «es horrible porque estás quitando los sueños y aspiraciones de alguien, pero esto no supone el final para Lawson».
Red Bull es la única marca de la Fórmula 1 con escudería filial. Y ha puesto en práctica el modelo ascensor, pilotos que suben y bajan de Red Bull al antiguo Toro Rosso según los criterios de su dirección (Horner y el expiloto Helmut Marko). Pierre Gasly, Daniil Kvyat, Daniele Ricciardo o ahora Liam Lawson han recorrido las dos direcciones: el gozo de ser llamado a los elegidos de Red Bull y el hachazo de bajar de categoría al segundo equipo. Red Bull suma 122 victorias y Racing Bulls en sus anteriores denominaciones, 2. Un mundo de diferencia.
Mala gestión
La gestión de dos escuderías y cuatro pilotos no siempre le ha salido bien a los dirigentes de Red Bull. En el entramado energético se recuerda el acierto innegable que tuvo Helmut Marko cuando decidió entregar el Red Bull a Verstappen, que no era mayor de edad, y dejar en el costado a Kvyat. En su primera carrera, el holandés logró la victoria (Barcelona 2016). Desde entonces en Red Bull todo gira en torno a Verstappen.
Pero no siempre se ha impuesto ese juicio certero. 'Checo' Pérez fue durante las últimas cuatro temporadas el compañero del holandés. Al margen de sus virtudes al volante, el mexicano es el piloto que más dinero aporta en patrocinio de la F1, amparado en su padrino Carlos Slim. Checo no lo hizo tan mal como sugirió Marko al despedirlo (fue cuarto, tercero, segundo y octavo en los Mundiales, solo el último fuera de sitio). Pero a Pérez lo tuvieron que indemnizar con 18 millones ya que tenía contrato hasta 2026. Red Bull colocó en su lugar a Lawson, al que acaban de echar después de dos carreras. Y ahora pilota Tsunoda, al que no quisieron subir en los peores momentos de Checo porque estaba verde.
En este río revuelto, 'Checo' Pérez pasa factura. «Ahora, de repente, se dan cuenta de lo difícil que es conducir este coche. Cuando me uní a Red Bull, había grandes pilotos que tuvieron dificultades: Alex (Albon), Pierre (Gasly) son pilotos fantásticos y tuvieron dificultades. Pasé tanto tiempo en Red Bull que todos olvidaron lo difícil que es conducir el coche».
Han sido cinco pilotos compañeros de Verstappen en Red Bull con secuelas para su futuro profesional. Dos están fuera de la F1 (Checo, el que más ha aguantado –cuatro años y 90 grandes premios– y Ricciardo) y los demás se han reubicado en peores equipos, Gasly en Alpine, Albon en Williams y Lawson en Racing Bulls.
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