La imagen más espectacular del GP de Singapur la protagonizaron el finlandés Heikki Kovalainen y su Lotus T27.
A falta de dos vueltas para el final el motor del monoplaza comenzó a arder. Kovalainen consiguió pararlo justo en la recta de meta, pegado ... al muro, y antes de que la cosa fuera a mayores pidió un extintor para intentar apagarlo.
Kovalainen arriesgó al máximo hasta alcanzar esa posición, porque las llamas amenazaban con alcanzar el cockpit.
El piloto finlandés se encontraba en el momento de su abandono en la 13ª posición, que hubiera igualado su mejor clasificación de esta temporada.
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