FÓRMULA 1
Ruina de Alonso y festival de Webber
Una mala salida, una sanción y un pinchazo dejan al pinchazo asturiano fuera de los puntos
JOSÉ CARLOS J. CARABIAS
El día que España se citó con la historia del fútbol, Fernando Alonso vivió un día para olvidar. Uno de los peores que se recuerda en lo que atañe a su faceta competitiva. Le sucedió de todo al español en un gran premio de Inglaterra ... que nacía con buenas perspectivas. Salió mal, adelantó por la hierba a Kubica y recibió una sanción (paso por la calle de garajes), y la carrera se le arruinó por completo cuando apareció el coche de seguridad sin haber cumplido la multa. Al final de las penalidades acabó decimocuarto, fuera de los puntos, cada vez más lejos de la lucha por el Mundial. Ganó Mark Webber en un desquite sin igual frente a su equipo, Red Bull, que ha elegido a Vettel como su favorito. De la Rosa y Alguersuari abandonaron y Hamilton, segundo, sigue líder del Mundial. [Narración]
Había un pálpito magnífico media hora antes de la carrera, sobre la línea de salida del remozado Silverstone, tal contagiada la colonia española por la perspectiva de la selección en Sudáfrica. El Ferrari iba bien, Alonso lucía aspecto confiado y sereno, y el tercer puesto en la parrilla alentaba ilusiones.
Pero todo se torció de inmediato. Alonso realizó una mala salida, en la que le pasaron cuatro coches (Kubica, Rosberg, Hamilton y Massa), y el asunto se complicó. Webber le ganó el pulso a Vettel y el alemán pisó la hierba en un signo que sonó al pago por el desprecio que le hicieron tanto como su equipo al australiano (le dieron el teórico peor alerón para correr).
En su pugna por la remontada, Alonso se encontró con Kubica, un rival duro de pelar que finalmente le pasó factura. Sucedió en la vuelta 16. El asturiano se puso a la par del polaco, pero se quedó sin hueco y le superó por la hierba. Un adelantamiento que presuponía sanción. En Ferrari no le avisaron a Alonso de que se dejase superar otra vez por Kubica para evitar el castigo, y tampoco el asturiano se percató de que tal vez era lo mejor. Consecuencia. Los jueces castigaron ocho vueltas después al español con un paso por garajes.
La tarde se envenenó para Alonso con la salida del coche de seguridad (piezas de De la Rosa por la pista) cuando no había resuelto la sanción. El agrupamiento de los coches perjudicó al asturiano, que pasó por los garajes, y salió decimosexto. Una calamidad.
Lo que vino después fue una pelea desaforado de Alonso contra la adversidad y su propia furia. Ganó algunas posiciones, pero sin llegar a los puntos, tampoco a los líderes de la carrera y mucho menos a Webber, que se sacó la espina del orgullo con una victoria. Le hicieron de menos el día anterior y ayer dijo “que es un día muy especial para mi por muchos motivos”.
El Mundial se aleja para Alonso. Después de diez carreras, se encuentra a 47 puntos de Hamilton (líder con 145), a 35 de Button (133), a 30 de Webber (128) y a 23 de Vettel (121).
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