Fórmula 1

Alpine, camino a los tribunales de justicia

El adiós de Fernando Alonso genera un embrollo legal en el equipo de F1. Piastri, el sustituto del español, tiene dos contratos para 2023 y la marca francesa quiere demandarlo

Mecánicos de Alpine trabajan en el coche de Alonso AFP

Como si fuese una fecha celebrada en el santoral, el 31 de julio es el día de las cláusulas en la Fórmula 1. Un obstáculo superado, un nuevo horizonte en los contratos de los pilotos. Las estrellas del volante lo ven como una especie de ... liberación: entran en vigor las disposiciones adicionales o los nuevos requisitos en los compromisos firmados con los equipos. Es el juego de los condicionales: si sucede tal cosa, el acuerdo se transforma; si acontece la otra, las partes se obligan a algo diferente... No es casualidad por esto que Aston Martin anunciase el fichaje de Fernando Alonso el 1 de agosto. Y, por el mismo motivo, tampoco suena extraño que, al día siguiente (2 de agosto), el piloto australiano Oscar Piastri renegase de Alpine cuando la escudería lo anunció como sustituto del español. La despedida de Alonso ha generado un embrollo legal en Alpine, propiedad de la marca Renault: Piastri tiene dos contratos para 2023, uno con los franceses y otro con McLaren, y el director del equipo galo, Otmar Szafnauer, amenaza con llevar al australiano a los tribunales (su manager es el expiloto Mark Webber) por incumplimiento y duplicidad de acuerdos. Una situación que no se recordaba en la F1 desde hace 18 años, con la doble firma de Jenson Button con Williams y Bar-Honda.

El conflicto tiene su origen en la distancia que separó a Alonso de los dirigentes de Alpine al negociar su renovación. El asturiano tiene intención de continuar varios años en la F1 y pretendía un acuerdo extenso, de dos años o más. Y en Alpine le ofrecían un contrato renovable año a año en función de su rendimiento. Las visiones no coincidían. Otmar Szafnauer, el jefe del equipo, consideró que Alonso debía acreditar cada temporada estar en plenitud de facultades físicas a tenor de su edad (ha cumplido 41 años) y el español valoró que, después de dos campeonatos del mundo y 19 temporadas en este deporte, no debía pasar más exámenes.

Alonso, como todos los deportistas de élite, quiere que le quieran y lo que apreció en Alpine durante la negociación fueron recelos y restricciones por su edad. Hacía tiempo que había llamado a su puerta Aston Martin, con su propietario Lawrence Stroll dispuesto a sacar al equipo de la penúltima posición a base de euros. Un contrato de tres temporadas, lo que Alonso perseguía para seguir en su deporte, y fichajes potentes de ingenieros para hacer progresar a Aston Martin. Pese a que la inversión económica es muy improbable que se traduzca de inmediato en un coche ganador, el asturiano se decantó por la escudería británica después de dos años construyendo futuro en Alpine tras su regreso a la F1. Una decisión tomada por él, con todas las consecuencias.

Cogidos en un renuncio los dirigentes de Alpine tras el Gran Premio de Hungría (31 de julio) por un comunicado que no esperaban, anunciaron al sustituto de Alonso: Oscar Piastri. El australiano en el que han invertido millones durante su formación en la Fórmula Renault, la Fórmula 3, la Fórmula 2 (fue campeón) y los test de Fórmula 1 en los que ha participado, en particular los del Circuito de las Américas, en Austin (Estados Unidos). Pero Piastri tenía otros planes. «Entiendo que, sin mi consentimiento, Alpine ha publicado un comunicado de prensa sobre que pilotaré para ellos el próximo año. Esto es incorrecto, no he firmado un contrato con Alpine para 2023. No pilotaré para Alpine el próximo año».

La realidad paralela es que Piastri, a través de su mánager Mark Webber, había firmado ya un contrato para 2023 con McLaren para sustituir a Daniel Ricciardo al entender que quedaba liberado de su acuerdo con Alpine para el mismo año, al no haber cumplido las cláusulas del acuerdo la escudería francesa antes de la fecha de la discordia (31 de julio).

Para resolver estas cuestiones legales y después de que Michael Schumacher firmase por dos equipos en 1991 (Benetton y Jordan), la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) creó una junta de reconocimiento de contratos -Contract Recognition Board, (CRB)-. Un organismo compuesto por abogados independientes que se reúne en Ginebra (Suiza) y cuyo objetivo consiste en resolver disputas en pocos días, en vez de esperar a los períodos prolongados que asumiría un tribunal de justicia. El CRB debe decir ahora qué hacer con Piastri.

«Si el CRB dice que la licencia solo es válida en Alpine, y luego Piastri dice que no conducirá para nosotros, entonces tenemos que acudir a los tribunales de justicia para obtener una indemnización», aseguró ayer Otmar Szafnauer a Reuters.

En medio de esta trifulca, Alpine tiene por delante la segunda parte de la campaña con un objetivo primordial: conseguir la cuarta posición del Mundial de constructores, el cuarto mejor coche del año, pugna en la que compite con McLaren. Los derechos de televisión otorgan al final de curso una importante y diversa cifra de millones de dólares en función de la clasificación por equipos.

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