Alonso y Sainz se lo pasan en grande en la última carrera al esprint

Fernando Alonso y Carlos Sainz disfrutan durante 35 minutos del vértigo al esprint. El asturiano salta del puesto quince al undécimo, y el madrileño, del noveno al octavo. Pecata minuta para sus ambiciones, pero un buen rato para el televidente.

Las carreras al esprint son recomendables, aunque en este año de hegemonía absoluta, todo lo que toca Verstappen lo convierte en tedio por su impresionante talento y capacidad para hacer fácil lo difícil.

El circuito de Sao Paulo es una delicia que impulsa la esencia de la Fórmula 1: adelantar al rival, tirarse en una curva, frenar más tarde. Eso hubo en la sesión vespertina del Gran Premio de Brasil, un aperitivo jugoso con reparto de puntos antes de la carrera de este domingo.

La Fórmula 1 está pensando en nuevos formatos de fin de semana en su idea de fomentar el espectáculo. Da continuidad a las carreras al esprint. Solo falta un adversario a la altura de Red Bull y su ocupante Verstappen.

Como no hay discusión respecto al ganador (ya en la salida el holandés le quitó el sombrero a Norris), el interés estuvo en la zona media del pelotón, por donde pulularon los españoles.

Alonso mostró un ritmo potente, las tuvo de todos los colores con Piastri, Gasly y Ricciardo y mostró posibilidades de hacer podio en la carrera de verdad. Fue divertida la lucha del asturiano por avanzar como si le fuera la vida en ello, que le va. Alonso tiene ese gen: juega a todo o nada, aunque no haya ni puntos en juego.

Sainz empezó lento, pero se despegó luego del grupo donde se vendía los tortazos. Estuvo a punto de cazar a Hamilton y al sorprendente Tsunoda. Octavo el madrileño, aunque con menos perspectivas para el domingo.