La Fórmula 1 ha sido en 2015 todo lo contrario a lo que se espera de un deporte. Desprovista de emoción, predecible, anodina y con un punto lánguido que tiene mucho que ver con lo que pudo ser y no fue. Sin Alonso en el ... escaparate, lejos de su escalafón natural junto a los grandes, la F1 se ha diluido como un azucarillo entre los dedos, a mitad de camino entre el vacío y la desatención. (Lee el post completo)
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